MI VALENTINA, PARTIÓ AL CIELO

Portada Reynosa

Por: Jesús Elías/EL SINODAL DE TAMAULIPAS

Escribir digo que es mi pasatiempo, sin embargo vivir este duelo me obliga a escribir esta nota blanca. Mi valentina partió, al cielo. Mi corazón se quebró, como el templado cristal. Lloré, lloré, no puedo decir que demasiado. Aún hay lágrimas, seguramente seguiré llorando. En la balanza, pesan más las alegrías.

Que puedo decir de la mujer que fue instrumento de Dios para darme la vida. Sin menospreciar al hombre que hace dieciséis años cambio de ubicación, mi viejo. Ahora es el turno de agradecer al Señor de las alturas por prestarme por más de 36 años a una mujer de guerra que me enseñó a vivir la vida con valor y en paz.

Mi Valentina, mi Esperanza. Nació el 14 de febrero de 1959, y trascendió el pasado 24 de octubre de este 2023. No me hace falta quejarme con Dios, el hace todo perfecto. Si a mi criterio quedaron algunas cosas pendientes de realizar, me quedo con los momentos extraordinarios, con su amor y con sus palabras tiernas.

Su voz, la llevare grabada en mi memoria. Pensé titular este texto como “cae la primera REINA, sin embargo, esta REINA no ha caído, sino que se ha elevado a lo alto. Su corazón creció, el calcio le sobro y los médicos no se equivocaron al decir que todo estaba bien. Todo estaba listo para que ella fuera con Dios.

Mi madre, la que le dijo si al Señor para que yo pudiera nacer, me cuido con todos sus recursos y con su delicadeza, desde el día en que nací, hasta el día que partió. Soy un hombre con capacidades diferentes, sí, soy una persona limitada. Si se vale decirlo, quise haberme ido primero. Pero quien me creó, tiene otro plan.

Me han creado para ser guerrero, para ser testigo de la paz y del amor. No conozco el tiempo que me queda para escribir y para hablar. Solamente sé que amo la vida, que sueño con trascender, con volver a la casa de mi PADRE.
En el entretiempo, no espero ser comprendido, espero abrazar y consolar al que lucha y solo sueña ser feliz. Así me enseño mi madre, y mi padre, que ahora parece, no están conmigo. Esta es una nueva etapa, en que una nota blanca sin ser musical, envuelve un nuevo corazón que solo ama, con todo lo que significa.

Compositor, poeta, escritor, religioso; contador. Soy solo un hombre que sueña, un hombre que sabe por experiencia que la felicidad está más allá: de las armas, las drogas, el tabaco; el alcohol. La felicidad esta en encontrar a Dios en Tu Corazón.