La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

Opinión

Los adversarios de AMLO en Tamaulipas

El tema de la elección extraordinaria -para cubrir el escaño dejado por el senador, Faustino López-, ha sido abordado, fundamentalmente, desde la óptica financiera. El INE, ya hasta ha lanzado un presupuesto -que a su juicio es una fortuna que no está dispuesto a invertir, porque les falta financiamiento- de 200 millones de pesos.
Algunos de los más importantes dirigentes nacionales de MORENA, PV y PT, cabildean para encontrar una fórmula de acuerdo político entre las múltiples fuerzas en el Senado con el objetivo de que no se realicen esos comicios.
Se aduce, que la elección interna del candidato guindo puede traerles diferendos y fracturas.
Genios.
Como si la política partidista entre las militancias, siempre fueran un día de campo y operaran bajo escenarios de tersura y concordia.
¿Para qué están los líderes nacionales de las agrupaciones políticas, si no para resolver las contradicciones entre sus militantes?
¿Acaso no es la función de un presidente nacional partidista de encauzar los diferendos entre los precandidatos que deseen participar en los procesos intestinos de su organización?
Esa idea, les cayó del cielo a los funcionarios del INE que pretenden, todo, excepto trabajar ante los recortes dictados por las políticas de austeridad de AMLO.
Igual el Senado de la república: deja que el tiempo corra, sin asumir su responsabilidad de emitir el dictamen para declarar vacante la curul.
Estamos en una red de politiquerías propias del viejo régimen.
Dialogo entre élites; sobreponer los intereses de grupos de poder y de presión; y, sobre todo: soslayar los más elementales derechos de los ciudadanos.
En efecto.
Ensimismados en las dinámicas encriptadas de la politiquería, el Senado, el gerente de MORENA y sus aliados, les vale menos que un cacahuate los beneficios de una elección que los llevaría a acopiar agua para su triunfante molino:
1.- Se cumpliría un fundamental derecho ciudadano: votar por sus representantes en la Cámara alta.
2.- Serviría para elevar el espíritu cívico y la cultura política de los tamaulipecos.
3.- Sería de utilidad para movilizar la estructura partidista para enfrentar exitosamente la importante elección presidencial -con todo lo que conlleva en el morral- del 2024.
4.- Se traduciría en un ensayo para ajustar tuercas de MORENA en el estado, al tiempo de poner a prueba los liderazgos emergentes morenistas en la entidad.
5.- Se profundizaría aún más la crisis del panismo tamaulipeco. Las proyecciones de los analistas, avizoran que MORENA ganaría la elección extraordinaria tres a uno.
6.- Fortalecería la representación de los tamaulipecos en el Senado. La parlamentaria restante, Lupita Covarrubias, se ha mostrado muy menor para la tarea que se echó encima con tan escasas herramientas.
7.- Colaboraría a la galvanización guinda en el Senado. Los números son erráticos; un voto resulta de alto valor en plenos confrontados y de senadores morenistas, que luego pecan de conservadores.
8.- Se incrementarían las manos de apoyo para el gobierno estatal, en el contexto de tocar puertas en la Federación.
9.- Desde Tamaulipas, se ayudaría al presidente López Obrador, con un voto en la Cámara alta, que podría ser definitivo en plenarias torales para el país.
Trae tantas ventajas para la IV T, que arrastra la elección extraordinaria, que resulta extraña esa negación tan marcada, de quienes se asumen como promotores y defensores de la IV T.
Del INE, entiendo su resistencia: son adversarios de AMLO.
De los guindos, no encuentro explicación sensata.
¿Se imaginan, si AMLO solo -y su alma- ha logrado una verdadera transformación del país, que hubiera pasado si esos actores lo ayudaran con entrega y dedicación como las que él ha venido mostrando?