MIRADA RESTROSPECTIVA AL PASADO RECIENTE DE REYNOSA 

Portada Reynosa

Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS 

Reynosa, Tam.- Ha pasado ya más de medio siglo de que el restaurante “Doña María”, primer local del Mercado Juárez de la colonia Longoria, opera en el mismo lugar, 55 años para ser exactos, y fueron 54 de los cuales lo manejó personalmente su propietario Luis Melchor Hernández Sánchez, conocido más por sus cientos de amigos y miles de conocidos como “Chacho”. 

Luis, desarrolló su oficio y vocación en el mundo de los negocios de la gastronomía gracias a su señora madre Doña María Sánchez de Hernández y don Melchor Hernández, ambos ya fallecidos hace más de 32 años, quienes lo trajeron al mundo en un día como hoy 29 de noviembre, pero del año de 1939, hace exactamente 83 años, allá en el poblado Comales, municipio de Camargo en el estado de Tamaulipas. 

Por aquellos lejanos tiempos don Melchor, (padre), originario de Allende, Coahuila, terminaba de construir la presa “Marte R. Gómez” en aquel poblado y quiso el caprichoso destino que ahí diera a luz su esposa, quien fue originaria de El Sabinal, Texas, pero que había pasado toda su niñez y juventud en Allende, donde se casó. 

FAMILIA DE CINCO 

La familia Hernández Sánchez, en total procreó a cinco hijos, siendo cuatro mujeres y un hombre, Luis que fue el cuarto en el orden, las mujeres son Sobeida Marina (89); Velia Gloria (87), Martha Elva (85) e la doctora Irma Alma (81), que es la única de las mujeres que vive en México, siendo Monterey, la ciudad donde radica. 

Con plena añoranza “Cacho” recuerda su feliz niñez cuando se vinieron a habitar a Reynosa, cursando la primaria en la Escuela “Miguel Hidalgo” y la secundaria en la “José De Escandón”, ambas ubicadas en el centro de la ciudad. 

Toda esa etapa vivieron en la colonia Rodríguez, donde su padre le puso una mercería y tienda a su señora esposa, donde vivieron hasta que en 1957, cuando viaja con su madre a la ciudad de México, propiamente a la colonia Roma, donde ella es propietaria del Hotel “Mansión América”. 

AMIGO DE ARTISTAS 

Fueron grandes años para Luis que cursó allá su educación media superior en la Preparatoria No. 1 y consolidó su afición al cine, al que comprendió aún mucho más cuando tuvo la oportunidad, de convivir y tener cercana amistad con estrellas del celuloide en aquellos momentos como Germán Valdez Tín Tán; Adalberto Martínez “Resortes”, y Manuel “El Loco” Valdez, aunque este en menor proporción; o con Evangelina Elizondo y Kity De Hoyos, quien menor dos años que él, los visitaba constantemente cuando no estaba en el set, acompañado por su madre que era muy amiga de doña María. 

En 1962, doña María  toma una decisión trascendental, incursionar con su negocio de restaurante en Estados Unidos y escogen la ciudad de Chicago, Illinois para fundar su restaurante “La Casa del Pueblo” ubicado en Blue Island 1846, donde de inmediato, con su menú exclusivo de comida mexicana, se convirtieron en los favoritos de los comensales latinos que allá habitan por millones, y que en aquel tiempo eran uno de los destinos preferidos para ir en busca del sueño americano. 

Años después y gracias a ese éxito, establecieron allá otros dos restaurantes “Jacalitos” y “Doña María”, que años después cerraron para fusionarse todos en “La Casa del Pueblo” que actualmente continúa funcionando con idéntico éxito, siendo el segundo más grande propiedad de mexicanos en esa ciudad estadounidense. 

NACE “DOÑA MARIA” 

En 1966 gracias a la amistad que la señora María Sánchez de Hernández, tenía con el entonces la familia del alcalde Rodolfo Garza Cantú (+), logran la adquisición del local número 1 del gran proyecto que fue el Mercado Juárez, para una creciente población que llegaba aquí por la fiebre algodonera y muchos otros con la aspiración de cruzar hacia los Estados Unidos. 

El restaurante “Doña María”, fue inaugurado por el alcalde inmediato posterior que fue el ingeniero Rafael Sierra De la Garza (+), y pese a que se encontraba en un lugar poco concurrido y exactamente en la calle lateral a lo que sería el acceso principal, tuvo siempre una gran clientela entre la que destacaban los integrantes de la Asociación Norteña de Charros, que solían realizar ahí sus convivios familiares. 

El entrevistado recuerda que la policía era la “montada” y su comandante era don Ramiro Palafox. 

SU VECINO LA COMAPA 

Hoy a un costado del restaurante funcionan las oficinas de la Gerencia General de COMAPA, que están ahí desde 1970 y que primero se denominaron COAPA y antes de ello fueron Junta de Agua y Drenaje, pero sus oficinas eran en la calle Madero del centro de la ciudad. 

“Chacho”, se casó por primera vez en los años 60´s, con una artista regiomontana conocida como “La Muñequita de Cristal, unión de la que nacieron sus dos hijas Velia Norma y Claudia Martha que hoy tienen 55 y 53 años, respectivamente. 

Posteriormente en 1970, tras obtener su divorcio el señor Luis Hernández, se casó con la mujer que fue el amor de su vida, la señorita Hilda Díaz de Hernández, con quien procreó a su único hijo varón Luis Carlos, quien hoy cuenta con 59 años. 

INCURSIONA EN BARES 

En el año 1984, cuando la Refinería de Petróleos Mexicanos en Reynosa se encontraba en pleno apogeo, nuestro personaje incursionó en el negocio de los bares, abriendo hace 38 años el “Salón Versalles”, al que siguieron en diversas épocas “El Romance Bar”, así como “El Monterrey”, ambos también en el sector petrolero 

Luego vino “El Balcón” que se estableció por varios años frente a la Aduana local y finalmente “La Cueva Bohemia”, allá en las cercanías del Hospital del ISSSTE, que fue un excelente foro para cantantes locales y orquestas de época como la de Pepe Ramos que solían acudir y deleitar a la concurrencia, permitiendo que muchas personas también entonaran sus canciones preferidas. 

Cabe citar que “Chacho” nunca tuvo más de dos bares a la vez, pero jamás cerró el restaurante “Doña María” de esta ciudad, negocios a los que se dedicó en cuerpo y alma haciendo más esporádicos sus viajes a Chicago, aun y cuando vivía en Mission, Texas. 

Hernández Sánchez, recuerda que José Manuel Martínez a quien apodaban “El Patillas”, fue su principal administrador en los negocios de bar, al menos en cuatro de ellos. 

SU LINDA ESPOSA 

De doña Hilda, su esposa, cita don Luis que fue una hermosa mujer de muy bonitos sentimientos a la que tuvo el honor de llevar a pasear a la totalidad de los puertos de México, desde Tampico, hasta Isla Mujeres, Acapulco, Mazatlán, Los Cabos, etcétera, y por el extranjero recorrieron una gran cantidad de lugares, siempre con una gran premisa de respeto. 

Hace poco más de un año, unos meses antes de que doña Hilda partiera al cielo, estuvieron todavía, en lo que fue su último viaje juntos, visitando las Cataratas del Niagara, en Canadá, llevando de ello sus mejores y más nostálgicos recuerdos. 

“Ha sido una vida hermosa y plena, la que Dios me ha regalado; mi agradecimiento sincero por todo ello, porque he conocido amistades increíbles, gente que me ha ayudado a creer en ese bello sentimiento que es la amistad y he recibido el cariño de camaradas, aquellos que no solo en la bohemia te saludan y abrazan, sino todos aquellos con quienes convives en tus actividades de rutina y se preocupan y te ayudan a asimilar o resolver tus problemas…” 

RETIRADO DE LA ESTUFA 

Don Luis Melchor Hernández Sánchez, ya prácticamente ha declarado su auto-jubilación desde el año pasado; tiene su testamento hecho en el que incluye particularmente a sus hijos, no desea morir porque sus antecesores han sido todos personas longevas, recuerda incluso a su abuelita doña Dolores Gurrola, quien murió en sus brazos a la edad de 106 años. 

Regresar a Estados Unidos, en esta época aunque sea en plan vacacional, no es deseado, mucho menos a Illinois donde en esta temporada empiezan los fuertes y fríos vientos hasta llegar a una temperatura de menos 22 grados; por eso afirma con la sencillez de una persona muy convencida a pesar de tener doble nacionalidad que… “Como México No hay dos”.

¡¡Muchas Felicidades al fino amigo!!