MADRE DE LUIS RUBIALES, TRASLADADA A URGENCIAS

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  • Llevaba tres días en huelga de hambre

EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Madrid, España.- Tras tres días de huelga de hambre en una iglesia en señal de apoyo a su hijo, Luis Rubiales, la madre de este último, Ángeles Béjar, ha sido trasladada de emergencia al Hospital Santa Ana de Motril, en Granada. La decisión de trasladarla al centro médico fue tomada debido al empeoramiento de su estado anímico y físico, posiblemente provocado por la fatiga acumulada y la tensión emocional vinculada a la situación de su hijo.

Ángeles Béjar inició su huelga de hambre en una iglesia como forma de protesta contra lo que ella considera una “cacería” mediática y pública dirigida hacia su hijo por el beso que Luis Rubiales dio a Jenni Hermoso, situación que ha generado una serie de controversias y comentarios en los medios y en la opinión pública.

El párroco de la iglesia donde la madre de Rubiales mantenía su protesta informó que, debido a los tres días que había estado sin consumir alimentos, Ángeles Béjar comenzó a experimentar diversos problemas de salud, como náuseas y mareos. Preocupados por su condición, se solicitó la intervención de un médico, quien evaluó su situación y recomendó su traslado a un hospital para recibir la atención médica necesaria.

Ángeles Béjar tenía la intención de hacer una declaración ante los medios de comunicación para expresar sus sentimientos y motivaciones detrás de la huelga de hambre que había emprendido en apoyo a su hijo. Sin embargo, minutos antes de llevar a cabo esta acción, sufrió una crisis de salud que obligó su traslado inmediato al Hospital Santa Ana de Motril.

En estos momentos, la madre de Luis Rubiales está siendo atendida por profesionales médicos en el hospital, mientras que un grupo de periodistas aguarda para recibir información sobre su estado de salud y las circunstancias que llevaron a su hospitalización. La situación de Béjar refleja la intensidad de las emociones y tensiones que rodean al escenario mediático en torno a su hijo y pone de relieve los efectos físicos y emocionales que pueden resultar de acciones extremas como una huelga de hambre.