JUSTICIA Y PAZ PARA MÉXICO

Opinión

Por Margarita de Jesús HMSP
El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. Él cumple los deseos de los que lo honran; cuando le piden ayuda, los oye y los salva. (Sal 145, 18- 19)

En México estamos en tiempos electorales, en este año 2024 los mexicanos tendremos que votar para elegir la Presidencia de la República, 128 senadurías, 500 diputaciones federales, 8 gubernaturas, la 1 jefatura de gobierno en CDMX, 31 congresos locales, 1580 ayuntamientos, 16 alcaldías y 24 Juntas municipales. Estas elecciones son de tal importancia para la sociedad mexicana que no podemos ser indiferentes.

Es necesario tomar partido.El 2024 es un año decisivo para el rumbo de la sociedad mexicana en lo que se refiere a los próximos 20 a 30 años, según el pronósticos de algunos analistas políticos; esto es muy posible dadas la diferencias extremas que hay en las dos corrientes políticas que están en el juego del poder.El contexto de las elecciones de este año son complicadas por el incremento de la violencia en toda la República Mexicana: secuestro, extorción, narcotráfico, trata de personas, robo, desapariciones en índices nunca vistos que nos sitúan en un estado de guerra por la cantidad de muertes a lo largo de nuestra nación.

Todos estos males agravados por la militarización del país que no logran contener los males que nos aquejan. Tan sólo en el fin de semana del 5-7 de abril 2024 fueron asesinadas en México 249 personas, la mayoría de ellas por disparo de arma de fuego, según revelan cifras oficiales que día con día publica el presente sistema se seguridad. Se trata del segundo fin de semana más violento en lo que va del año, sólo dos casos menos que los registrados el cuarto fin de semana de febrero (23 al 25 de febrero), cuando hubo 251 homicidios dolosos en el país.

En este panorama una buena parte de la población ha preferido no ver noticias, llegando a la conclusión de que todos los partidos políticos son iguales: ladrones, mentirosos y corruptos. En este momento tenemos una actitud pesimista: no se quiere volver a los partidos del pasado (PRI-PAN-PRD), como tampoco quedarse con el gobierno actual (MORENA) que no da muestra de superar los errores del pasado; por el contrario está rebasado por la realidad ante la cual siempre tienen otros datos.

¿Por quien vamos a votar?

Quejarse sin tener propuestas o criticar sin comprometerse hace que cada pueblo tenga el gobierno que se merece. Los políticos que tenemos, nos gusten o no, han salido de nuestras sociedades, han surgido en nuestros contextos culturales y reflejan lo que somos como sociedad.

No me gusta Xóchitl: coquetea mucho con el NOM, da muestras de tener al menos un acercamiento con masones, su mensaje a las minorías ideologizadas es muy abierto y vinculante; sus formas espontáneas algunas veces la exhiben como vulgar o al menos poco culta. Pero es lo que hay.

Si gana morena, nuevamente con Claudia, vamos a tener mucho más de lo mismo: más violencia, un narco gobierno, otros datos y un mayor quiebre económico para el país.

Nuevamente no tenemos políticos buenos, sino menos malos, apostar por otros grupos minoritarios llámese Eduardo Verástegui o Gilberto Lozano, es desperdiciar el voto útil por una fantasía que no va llegar a ser. Con Xóchitl al menos vamos a poder protestar, exigir, pedir resultados. Con morena nos vamos a topar con la indolencia y la negación ante la realidad.

Ahora bien, para quienes tenemos fe en Dios y leemos la Biblia sabemos que la justicia y la paz no son fruto los tratados políticos y la diplomacia de los hombres sino un regalo de Dios por la rectitud de sus gobernantes y la fidelidad de su pueblo (1Re 4, 25). Orar, discernir, comprometerse, participar, asumir nuestro papel como ciudadanos protagonistas puede hacer una clara diferencia que defina el futuro de nuestra sociedad mexicana.