AL VUELO/ Por Pegaso

Opinión

Armas

La noticia de ayer fue, por supuesto, el anuncio que hizo la Casa Blanca de limitar la compra de armas de armas de fuego por parte de los ciudadanos de ese país para tratar de frenar las cada vez más frecuentes masacres y los suicidios. 

Resulta que todo gringo es un homicida en potencia. Cada cabrón tiene un arsenal en su casa, desde resorteras, hasta acorazados de bolsillo. No hay límite para el abuso que hacen de una enmienda que les permite contar con medios de defensa en sus hogares y estar armados hasta los dientes. 

“La Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América (o Enmienda II) protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer o portar armas. Es parte de la Bill of Rights o Carta de Derechos estadounidense”,-dice la Wikipedia en torno al tema. 

Y a pesar de que hay locos atiborrados de drogas que se van a las plazas comerciales a agarrar de tiro al blanco a sus conciudadanos, la Suprema Corte de Justicia se empeña en defender el sentido del texto origina de la Segunda Enmienda que dice: “Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será restringido”. 

Así pues, con todas las de la ley, si yo soy ciudadano americano tengo derecho a poseer el arma que quiera, siempre y cuando quepa en mi sótano o garage. 

Tal vez exageré un poco al mencionar un acorazado de bolsillo, pero sí hay sujetos que tienen cañones o armas de guerra distribuidos a lo largo del perímetro y techos de sus residencias para “defenderse” de cualquiera que intente traspasar su propiedad. 

Tan locos están los gringos, que piensan que Inglaterra podría tratar de reconquistar el territorio que perdió durante la famosa Guerra de los Siete años entre las Trece Colonias y el Imperio Británico. 

Incluso hay un cuerpo de tipo paramilitar que está formado por ciudadanos voluntarios en cada Estado, llamado La Guardia Nacional. 

En el marco de la iniciativa que presentará Joe Biden, hay estadísticas que merecen ser tomadas en cuenta, y se sabe por estudios realizados que los estadounidenses tienen el 48% de los 650 millones de armas en poder de civiles en el mundo. 

Gringolandia es, de hecho, el país con el mayor número promedio de armas por cada 100 habitantes, con 89, seguido de Yemen, que tiene 85, Suiza con 46, Finlandia con 45, Serbia con 38, Chipre con 36, Arabia Saudita con 35, Iraq con 34, Uruguay con 32 y Suecia con 32. 

Y es también el país con el mayor número de tiroteos masivos (y masacres), con 90 entre 1966 y 2012, seguido de Filipinas, donde hubo 18 en el mismo lapso, Rusia con 15, Yemen con 11 y Francia con 10. 

Y dado que el arma está en proporción del tamaño del miedo (yo diría de la paranoia) de cada persona, en teoría cualquier hijo de vecina en los Estados Unidos puede comprar y poseer todo tipo de arma. Hasta me atrevería a pensar que alguno de ellos tendrá escondida una bomba atómica debajo de su piso, por si los rusos deciden invadir su territorio. 

Es por eso que la industria de las armas en ese país es la más pujante, junto con la farmacéutica. Los cárteles de la droga son niños de pecho comparados con el inmenso poderío económico y político de las grandes empresas que se dedican a producir y a comercializar armas de fuego. 

La lista es larga: Arcadia Machine and Tool, ArmaLite, Barret Firearms Company, Browning Arms Company, E. Remington and Sons, Intratec, Remington Arms, Smith and Wesson, Sturm. Ruger, Volcanic Repeating Arms Company y Winchester Repeating Arms Company, por citar las más importantes. 

Por cierto, las armas que más se han usado para cometer las últimas 16 masacres son: Fusil AR-15, pistola Glock, rifle Smith and Wesson, rifle Panther, pistola Taurus, rifle Del-Ton, rifle Bushmaster XM-15, rifle Mark II, pistola Beretta, entre otras. 

En todos los casos, los orates que provocaron tales matanzas habían consumido drogas o estaban más locos que una cabra, con el perdón de las cabras. 

Yo, como Pegaso pacifista, me quedo estupefacto, meditabundo, desconcertado, pasmado, atónito, patidifuso, anonadado, cabizbajo, boquiabierto y algo apendejado cuando veo todos esos números y datos. 

Por eso mismo aquí les “disparo” el refrán mexicano que a la letra dice: “Individuo que a metal de símbolo Fe y masa atómica 55.845 provoca la interrupción de los signos vitales, a metal de símbolo Fe y masa atómica 55.845 perece”. (El que a hierro mata, a hierro muere).