ENÉSIMA DENUNCIA CONTRA ASESINOS DEL SEGURO SOCIAL

Portada Reynosa

Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS 

Reynosa, Tam.- Una denuncia digna de ser investigada por altas autoridades fue presentada este día por un trabajador pensionado que afirma haberse enterado que su esposa fue desconectada del ventilador artificial que durante días manutuvo con vida a su esposa de 83 años, denunciando en rueda de prensa una serie de actos dignos de una película de terror que afirma haber vivido durante dos semanas en que busco salvar de las garras de la muerte a la compañera de toda su vida. 

Se trata  de  la historia real de don Sabino N, quien llevó a su esposa de 93 años de edad a la sala de urgencias del Hospital de Zona “Dr. José Zertuche Ibarra”, del Seguro Social en Reynosa, con un fuerte dolor de vesícula y de ahí la turnaron a la Clínica de Especialidades 270, bajo el argumento de que estaba positiva en COVID 19. 

Luego de permanecer en cuidados intensivos allá, fue dada de alta 10 días después, siendo regresada nuevamente al Hospital de Zona, no sin antes percatarse de infinidad de abusos, descuidos, malos tratos y abandono para los pacientes, sobre todo los diagnosticados con COVID 19, dándose cuenta de que los médicos y enfermeras, acusando un hartazgo por la gran carga de trabajo que les ha atraído la pandemia, ya no atendían debidamente a los pacientes. 

“AYUDAN” A PACIENTE A MORIR 

El acto más infame que presenció personalmente don Sabino, consistió en que cuando un camillero trasladaba a una persona del sexo femenino en una camilla dentro de una bolsa negra rumbo al anfiteatro de donde paso luego al incinerador, se dio cuenta que esta estaba viva porque tosió, pero lejos de auxiliarla o atenderla, la sometió sumergiéndola en la bolsa hasta propiciar su asfixia. 

Relató el quejoso que la persona que cometió la infamia portaba un cubrebocas con el emblema del Guasón, pero que fácilmente podría identificarlo por la fecha y horario en que consumo su crimen. 

Debido a los horrores que vivió en la 270, cuando su esposa de nombre Teodora N., fue trasladada al Hospital de Zona, decidió contratar a varias personas para que la cuidaran mientras él dormía en el día y acudía de noche para estar al tanto de la atención médica que recibía su mujer. 

OTRO COBARDE ASESINATO 

Fue precisamente el día 29 de julio en una salida que dio para asearse, comer y dormir un poco, cuando fue informado por teléfono que su esposa fue desconectada del oxígeno, bajo el pretexto de que había que limpiar un filtro obstruido por las segregaciones bucales. 

La persona que cuidaba dijo que fue mucho tiempo en el que se le dejó de suministrar el oxígeno a la paciente Teodora y después cuando se dieron cuenta que había fallecido por el aparente “error”, que bien pudo ser también un acto premeditado, se movilizaron muchos doctores y enfermeras que mostrando crueldad e indolencia, casi festejaban que “por fin se desocuparía una cama más para tener menos trabajo…” 

Don Sabino, con su mirada muy triste encontró en el presbítero de la Iglesia de la Medalla Milagrosa, el contacto con los medios informativos que se encargaron de entrevistarlo y difundir esta enésima anomalía de parte de los miembros de la mafia de la bata blanca, como se conoce a estos inhumanos servidores públicos. 

RUINES, ARBITRARIOS Y TORPES 

Cabe citar que durante el inicio de la pandemia se hicieron llamar “Los Héroes de la Salud”, un mote que les ha quedado muy grande, por la cantidad de arbitrariedades y torpezas que han cometido y que han costado la vida de muchas personas, incluidas muchas que se encontraban en vías de ser sometidas a intervención quirúrgica, como el caso de doña Teodora. 

Como suele suceder en estos casos la persona que hoy quedo viudo, sostendrá un largo litigio para encontrar la justicia y deberá con sus últimas fuerzas lidiar en un tedioso proceso que  le llevará a comparecer ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, (si es que estos se interesan en el caso) en donde seguramente no habrá responsabilidad alguna para los asesinos esbozados. 

Consiente de ello, el afectado señala que él se sentirá orgulloso consigo mismo con que no se pase inadvertida la muerte de su esposa y que sirva esto para hacer conciencia sobre los irresponsables trabajadores de la salud, que repetidamente consuman fechorías, cayendo todo en el saco de la impunidad. 

LO TIENEN AMENAZADO 

Se espera, por otra parte, que alguna de las muchas organizaciones de la defensa de los derechos humanos, se haga cargo de este caso para asesorar a don Sabino, quien hoy mismo dijo sentirse observado por el personal médico de las instituciones que han llegado incluso a amenazarlo con demandarlo por haber denunciado el lamentable hecho. 

Cabe mencionar que es un secreto a voces que varios empleados incluidos no solo del área médica, sino administrativos y hasta de mantenimiento y vigilancia están coludidos con las casas funerarias para darles “el pitazo” cuando hay fallecidos, para adueñarse de los cadáveres como viles buitres sin dejar a la familia el derecho a sepultarlos, cremarlos, trasladarlos a otra ciudad o cumplir con el último deseo.