NO ESTAMOS PREPARADOS PARA EL CORONAVIRUS

Portada Reynosa

Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS

La trabajadora del ISSSTE, Irma García Riestra, trono contra funcionarios insensibles del instituto que se pasan por el arco del triunfo el decreto que emitió el martes el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para el retiro del servicio público provisionalmente a personas mayores de 65 años o aquellos que presenten una enfermedad que incremente sus riesgos de contagio.-

Reynosa, Tam.- La licenciada en enfermería Mayra Patricia Mikel Cárdenas, con 28 años del servicio en el ISSSTE de Reynosa, señalo al doctor José Luis Chávez Araiza, de llevar agua a su molino “politizando” en el tema del Coronavirus para sacar un provecho personal.

En medio de la grave disyuntiva que exhibe a la institución como insuficiente e incapaz para atender una contingencia dimensional como lo es la pandemia del COVIS 19, la enfermera del quirófano en el turno matutino en la Clínica “Dr. Baudelio Villanueva”, mostró la proclividad del médico Chávez, para colocarse del lado de la parte oficial cuando le conviene y de la otra cuando puede sacar raja política, dejando en ambos casos en indefensión a sus compañeros trabajadores.

Lo real y cierto a decir de la conocida profesionista “es que en el ISSSTE no estamos preparados para enfrentar la crisis que se avecina en caso de saturarnos de enfermos como se prevé que pudiera suceder en la siguiente fase del peligroso contagio…”

“No tenemos equipamiento, ni siquiera insumos personales que nosotros debemos de comprar de  nuestros salarios, como los simples cubre bocas que usamos y debemos desechar cada 30 minutos”, -precisó- la fuente.

La enfermera Mikel Cárdenas, hizo un llamado al Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador para dignificar las condiciones de esta institución, dotándola urgentemente de lo necesario y salir airosos ante la situación en que ya estamos inmersos.

“Otro tema ineludible es la falta de personal capacitado y en óptimo estado de salud, ya que incluso, una servidora sufro patologías de enfermedades degenerativas, que inclusive me atiendo en instituciones particulares, porque aquí no hay especialistas, lamentó, por ello yo debería estar ahora mismo en mi casa”.

Comentó expresamente que toda su familia se atiende de cuestiones elementales de salud en el ISSSTE, pero en su caso debe ir con una institución privada que resulta más barato que ir hasta Monterrey, a donde son canalizados los derechohabientes para su atención.

Puntualizó la entrevistada que aunque la Comisión de Derechos Humanos les exija dar un servicio de calidad y con calidez, no lo podrán lograr ya que no hay las condiciones de trabajo que se precisan con solo dos camas para cuidados intensivos, sin medicamentos, sin instalaciones, sin equipo; “situación que nos avergüenza, mientras nuestro representante Chávez Araiza, sale a buscar reflectores con otros fines”.

Al abundar sobre este dirigente “nylon” dijo apenas está mañana nos dio la sorpresa de que cambió de idea y ahora si apoya a la base trabajadora que no está en condiciones físicas de enfrentar el COVID-19.

Todavía el día de ayer el delegado sindical y el director de la Clínica Hospital Ignacio Moreno Valdez, estaban solicitando los expedientes clínicos para impedirles ir a casa a los trabajadores que no mostrarán claros signos de descompensación de su enfermedad crónico degenerativa.

Aún sabiendo que la ley le prohíbe revisar el expediente que es confidencial y solo el médico tratante puede hacer uso del mismo; o en su defecto mediante una orden judicial, ¡¡menos no!!, remarcó.

ADULTOS MAYORES EN RIESGO

Durante la visita a las instalaciones del ISSSTE hoy, varios reporteros fuimos abordados par la señora Irma García Riestra, mujer de 79 años, trabajadora del área de la cocina de la institución, quien con 32 años de servicio, dijo estar entre la incertidumbre y el temor ante la gravedad de la pandemia.

“Mi trabajo es preparar comida y distribuirla a los pacientes en sus cuartos, mi temor es contagiarme; hoy en lugar de darnos la noticia de que nos fuéramos a nuestras casas conforme al decreto presidencial, la dirección del ISSSTE nos notifica olímpicamente, que solo quebraremos el turno entre las dos cocineras, es decir me iré una semana y mi compañera se quedaré sola a atender el trabajo, y yo deberé estar de regreso la semana próxima cuando la situación este peor”.

Con funcionarios insensibles y delegados sindicales como Chávez Araiza, que “no se defiende ni solo”, los empleados de la institución, están en la depresión que los ha llevado a trabajar bajo protesta.