AL VUELO/ Por Pegaso

Opinión

Putazos

PRIMER ACTO: Dos individuos LGBT+, con pistola al cinto. 

SEGUNDO ACTO: Vuelven los dos individuos de la diversidad sexual, pero ahora con una carabina cada uno. 

TERCER ACTO: Los mismos émulos de Juanga, pero ahora con tremendas metralletas “cuerno de chivo”. ¿Cómo se llamó la obra?  

Si usted no se sabe este viejísimo chiste, la respuesta se la daré al final de este trazado de arquitectura. 

Pero por lo pronto, sirva de introducción (Nota de la Redacción: Le insistí al columnista que se escuchaba feo esa frase en el contexto de las líneas anteriores, pero no me hizo caso e insistió en mantenerla) para mencionar mi apoyo incondicional a las acciones que este día realizaron los diputados de la fracción parlamentaria de MORENA en el Congreso de Tamaulipas. 

Creo que si hasta ahora los roces con la fracción del PAN habían sido más bien tibios a partir de ahora hay que esperar una guerra sin cuartel, ya que la fiera está herida y es mucho más peligrosa. 

Efectivamente, el Gobernador Cabeza de Vaca está utilizando todos los recursos habidos y por haber para que el Congreso autorice el cobro del reemplacamiento, es decir, la venta de láminas a los propietarios de automóviles. 

Debo decir que ese impuesto, porque en realidad es un impuesto, se inventó allá, por 1968, cuando el Gobierno Federal del entonces Presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, no hallaba de dónde sacar lana para financiar los Juegos Olímpicos. 

Pasaron los años y el cobro se quedó, lesionando con ello la economía de millones de mexicanos. 

Y cuando todos creíamos que había desaparecido en Tamaulipas, ahora el Gobernador quiere traerlo de nuevo. 

Por eso mismo, apoyo la postura viril de los congresistas que abandonaron la sesión para evitar que el Gobernador y sus Minions azules se salieran con la suya. 

Si se quedaban los de MORENA, la ausencia “por enfermedad” de cinco de los diputados de ese partido habría sido suficiente para que se autorizara el despiadado cobro de las placas el próximo año. 

A mí realmente se me hace sospechoso que cinco diputados se hayan reportado enfermos al mismo tiempo. Yo pienso más bien que detrás de eso está la mano pachona de Cabeza de Vaca, mejor conocido ahora como La Güereja, porque cada vez aparece con el pelo más teñido. 

Prometí decir la respuesta del chiste al finalizar la columna de hoy y eso haré. 

¿Cómo se llamó la obra? ¡Se armaron los putazos! 

Y eso fue lo que ocurrió en el Congreso de Tamaulipas. Ahora hay que esperar el berrinche que hará el Grubernador, ahora que no pudo imponer de nuevo el cobro de las placas. 

Tal vez ordene que sus Minions incendien el Congreso, como Nerón, después de nombrar cónsul a su burro, que quemó la ciudad de Roma nomás para tomarse la selfie. 

Termino con el refrán estilo Pegaso que a la letra dice: “Individuo que asesta el primer golpe, lo hace por duplicado”. (El que pega primero, pega dos veces).