REFUERZA MAURICIO LABOR EN HOSPITALES

Portada Reynosa

Por Britany Yépez/EL SINODAL DE TAMAULIPAS

Reynosa, Tam.- Constituyéndose como un gran aporte a la sociedad reynosense el joven activista político y social, Mauricio De Alejandro Martínez, en medio de la contingencia ocasionada por el Coronavirus, sigue entregando en hospitales y sus proximidades todo género de apoyo, particularmente insumos para evitar el contagio de la enfermedad de transmisión viral.

Al momento desde que inició la contingencia suman ya más de cuatro incursiones en las que ha distribuido generosamente más de 1,200 kits consistentes cubre-bocas, anti-bacteriales, guantes y lentes de protección, que ha entregado en sus manos a doctores, enfermeras, vendedores ambulantes y trabajadores en tránsito, además de choferes abordados en paradas y en el propio transporte colectivo de ruta.

“Ha sido una labor titánica porque solo somos un pequeño grupo de colaboradores, ciudadanos simples como un servidor que nos empeñamos a ayudar a que se contamine el menor número de personas en su trabajo o en sus actividades rutinarias, que por necesidad, no han podido suspender.

El conocido militante del Partido Revolucionario Institucional, señala que no han utilizado esta ni ninguna otra bandera política para promocionar sus actividades de protección contra el COVID 19.

Además de apoyar con los kits de autoprotección, también hemos elaborado una propuesta que hemos canalizado para que Comisión Federal de Electricidad frene el cobro del próximo bimestre de consumos de energía y que con ello las familias tengan como subsistir en las siguientes semanas en que permanecerá entre nosotros el riesgo de contagio –afirmó-.

“Hablamos con compañeros diputados para este tipo de propuesta en México y al parecer las cosas van muy bien, esperando respuesta en cuestión de días…”

Mauricio, quien ha sido muy reiterativo en su mensaje a las personas de que se queden en casa, ha podido apoyar a al menos 10 familias a solventar gastos elementales, la idea es que no se desesperen y se salgan a la calle.

Precisó que la gente que vive en la informalidad como los propios vendedores ambulantes, aseadores de calzado y meseros forman parte de ese pequeño núcleo de infelices a quienes se ha apoyado a cubrir algunos de sus gastos personales.