POR José Inés Figueroa Vitela
No queremos pleitos, ni guerras comerciales, ni de ninguna índole, pero si no nos
dejan otra opción, estamos prestos y dispuestos a ir hasta donde sea necesario.
Ese, que es un sentimiento común entre todos los mexicanos bien nacidos -las
expresiones en contrario son unas cuantas y corresponden a esbozados extranjeros-, es
el que ha enarbolado la Presidenta de la República CLAUDIA SHEINBAUM
PARDO.
De esa dignidad y claridad para gobernar, con la fortaleza de todo un pueblo que la
soporta, es que la nación ha podido salir avante, en esta última etapa de las amenazas
surgidas desde el extranjero.
A estas alturas, ya le debe quedar bien claro al Presidente DONALD TRUMP que,
si cumple con sus amagos de imponer aranceles a nuestro país, el primero y más
perjudicado va a ser su pueblo y su gobierno mismo.
Ciertamente, tenemos una relación comercial, social, cultural, de intercambio
profundo, que a ambas naciones nos beneficia, pero cualquier actitud contraria a ella
perjudica a todos.
La diferencia estará en las culpas, por las autorías.
Por eso, la Presidenta SHEINBAUM, defendiendo con gallardía e inteligencia a
México y los mexicanos, lo está haciendo también respecto de Estados Unidos y los
estadounidenses, de Canadá y los canadienses, y del orden global.
Porque igual los empresarios y trabajadores, los gobiernos de las distintas regiones
del orbe, han advertido del impacto global que tendrían aquellas medidas.
Por segunda ocasión, el gobernante vecino postergó el castigo a las importaciones
de nuestro país hacia el suyo, concediendo un mes más, hasta el anuncio de otras
medidas que ya tenía emplazadas hacia otros países del mundo, como se lo hizo saber
en una llamada a la lideresa de todos los mexicanos.
«Se llegó a un acuerdo que beneficia a ambas naciones, cooperar y colaborar en el
marco del respeto. Siempre es importante tener respeto y dignidad cuando uno habla y
eso ha sido la característica de las cuatro llamadas que hemos tenido, eso ayuda a
México, no será la última llamada», dijo la Presidenta luego del díálogo internacional.
Quedó en claro que no fue una respuesta en automático.
A la insistencia del vecino por aplicar los aranceles, la respuesta firme fue a favor
del interés común, así en seguridad, como en salud y desarrollo económico, los temas
que inciden en las peticiones mutuas y las condicionantes.
No queremos que los gringos mueran consumiendo fentanilo, ni queremos que los
mexicanos lo hagan, llevándoles la droga.
«Cómo vamos a seguir cooperando o colaborando -le dijo SHEINBAUM a
TRUMP- con algo que daña al pueblo de México.
“No es amenaza, pero entiéndame a mí, que para mí lo más importante es mi
pueblo y necesito colaborar y cooperar con ustedes, pero en igualdad de
circunstancias, siempre en el marco de la soberanía».
Después de hablar con la presidenta Claudia Sheinbaum de México -publicó por su
lado el vecino en redes sociales-, he acordado que México no estará obligado a pagar
aranceles por nada que esté bajo el Acuerdo USMCA. Este acuerdo es hasta el 2 de
abril. Hice esto como un alojamiento, y por respeto a la presidenta Sheinbaum.
Nuestra relación ha sido muy buena, y estamos trabajando duro, juntos, en la frontera,
tanto en términos de evitar que los extranjeros ilegales entren en los Estados Unidos
como, del mismo modo, para detener el Fentanyl. ¡Gracias al presidente Sheinbaum
por su arduo trabajo y cooperación!
«El acuerdo logrado en Washington en el ámbito de seguridad establece que ambos
países tienen que revisar sus estadísticas. Dicha labor es parte de la estrategia de
seguridad, es importante que ellos reconozcan la importancia de reducir el tráfico de
armas hacia México,», abundó la Presidenta.
Los temas de ambos, en la agenda común, de cara al interés superior de mantener la
competitividad, la planta productiva, la riqueza y el desarrollo en ambos países, en un
entorno de sociedad, amistad e intereses compartidos.
Todos esperamos que en abril el del norte tenga más claros y definidos sus planes y
programas en la relación regional, para terminar con esos amagos que mientras de que
se dan o nó, están generando consecuencias nocivas que podrían evitarse.
Lo más evidenciado es lo relacionado con los movimientos en los mercados, que
igual han tenido impactos en las economías macro de aquí y allá, hasta ahora
menores, controlables.
Pero el ciudadano común, así como en Canadá ha empezado a retirar los productos
de origen nortramericano de los anaqueles, en México ha provocado una campaña
directa, de los consumidores, de rechazo a los productos de importación para
privilegiar el consumo interno.
Las estrategias comerciales disruptivas, que le han sido exitosas en sus negocios a
DONALD TRUMP, evidentemente, no tienen vigencia en las relaciones
internacionales, especialmente en esta región, que se ha consolidado como la más
sólida del mundo.
La Presidenta SHEINBAUM ya puso las bases de las soluciones; entre más se
demoren, más difícil y tardado será remontar los daños.