Erasmo: el guachicolero mayor

Opinión

Erasmo: el guachicolero mayor

Por Oscar Díaz Salazar

 

El presidente municipal de Madero Tamaulipas, Erasmo González Robledo, fue la pieza clave para que el grupo de negociantes de la política, de alcances regionales, se convirtiera en uno de los principales soportes financieros de una expresión política dentro del partido morena, que con su apoyo se volvió preponderante, y también de candidatos que tras superar la barrera de las urnas, hoy ocupan importantes cargos en la administración publica estatal, federal y municipal, y en las ramas ejecutiva y legislativa.

 

Los hermanos Carmona, originarios de Reynosa, eran negociantes de la política con presencia en el norte de Tamaulipas, y en las regiones donde hay actividades de PEMEX y Aduanas, dos de las principales áreas en donde actuaban y tenían inversiones.

 

En PEMEX fueron cercanos a un grupo que controló por un tiempo el negocio de las indemnizaciones a los ejidatarios, pequeños propietarios y personas afectadas por la paraestatal. El negocio de los “gestores” fue tan generoso, que les dió ganancias suficientes para invertir en candidatos a cargos de elección popular (Cabeza de Vaca y morenos) y para alquilar el manejo de algunas aduanas, por cierto la de Reynosa solo lograron regentearla por un par de meses, pues un escandalo obligó a retirar a Julio Carmona de la Administración.

 

El golpe de suerte que le dio Erasmo González Robledo el acceso a las grandes ligas de la política y los negocios nacionales, fue la coincidencia de factores que lo llevaron a la Cámara de Diputados, su pertenencia al clan de la legislatura 62, el apoyo de Abdies Pineda y el visto bueno de la señora Ursula, prima de AMLO, de ahí su ingreso a la Comisión de Presupuesto y su relación con Mario Delgado.

 

Al dejar Mario Delgado la presidencia de la Comisión, para buscar la presidencia de morena, Erasmo González lo sucede en el cargo y le consigue varios patrocinadores en Tamaulipas, entre ellos a los hermanos Carmona de Reynosa, que le suministran recursos tan abundantes, que les permiten hacer una campaña de derroche, sin miserias, con toda la mano, tan contrastante con los usos y costumbres de la “izquierda”, que el candidato perdedor, Porfirio Muñoz Ledo, se quejó y exhibió con lujo de detalles las carretadas de dinero que se aplicaron en esa campaña.

 

El modelo de financiamiento a Mario Delgado lo replicaron primero en varias precampañas de Tamaulipas, luego en varias campañas constitucionales, para de ahí exportarlo a varias entidades federativas. En su momento se dijo que los Carmona habían patrocinado siete candidatos a gobernador que simultáneamente competían en sus Estados, y que los reynosenses pedían ser los únicos financiadores, porque llegado el momento demandarían exclusividad en los negocios de obra publica, prestación de servicios y suministros.

 

Desde luego que para aplicar esa enorme cantidad de recursos económicos, fue necesario concesionar el manejo de varias aduanas a los hermanos Carmona.

 

El gran negocio de los Carmona eran las Aduanas. El gran negocio de las ciudades fronterizas son y han sido por siempre las Aduanas. Eso del huachicol fiscal, o contrabando de hidrocarburos, se puso de moda, primero porque es una palabra cacofónica (que se oye gacho) y segundo porque AMLO dejó de utilizar los ductos, porque se robaban el combustible vía ordeña, y abrió la puerta al contrabando o importación de gasolinas sin el pago de impuestos respectivos.

 

Pero regresemos con Erasmo González, pera recordar que fue el alcalde maderense quien empató a los políticos con los aduaneros de Reynosa. A Erasmo le debemos también la vigencia de varios políticos muy perniciosos, que llegaron al cargo montados en el auge de las siglas, luego de comprar las candidaturas a los brokers que Mario Delgado habilitó en el Estado, entre estos a los propios hermanos Carmona que por un par de elecciones fueron los que pusieron y dispusieron, partieron y repartieron las candidaturas.

 

Lo que hoy es morena en Tamaulipas, un partido plagado de sinvergüenzas, un partido con personajes sin ideología, ni convicciones, un neo priismo con los mismo vicios y taras que el viejo PRI, se lo debemos en gran medida a Erasmo González Robledo, el gran impulsor del guachicol fiscal.

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