EL SINODAL DE TAMAULIPAS
La peor vergüenza de su vida, (si es que la tiene) debe haber sufrido el aún presidente municipal de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, al haber sido objeto de la peor rechifla y abucheo desde que asumió su cargo de presidente municipal hace ya más de tres larguísimos años y vamos que ha sufrido varias, aunque este siempre tuvo la habilidad de huir como cuando los tianguistas le sonaron duro frente al Palacio Municipal, evitando que éste le impusiera un cuantioso cobro por concepto de piso, solo por vender humildes mercancías de segunda mano.
No pudo haber una fecha mejor para la contundente repulsa contra “El Makito” que la reunión de la militancia de “su partido” el Movimiento de Regeneración Nacional que había convocado a una “Reunión de Unidad Partidista e Información sobre los más recientes acuerdos del Consejo Político Nacional”, acontecimiento suscitado este domingo en el Salón Eleiza de la colonia Rodríguez.
LE LLOVIÓ EN SU MILPA
Ahí, sin mayores preámbulos y en su plena presentación, un grupo de empleadas municipales del área de SEDESOL, pretendieron con muy mal tino, ensalzar la figura de su repulsivo jefe, lanzándole una porra dormilona, hecho que encendió los ánimos de los asistentes que le lanzaron una explosiva bomba en respuesta; ”Fuera Makito, fuera Makito, fuera Makito”. Asi fue la estruendosa muestra contra el falso ídolo.
Fueron minutos largos e interminables los que el mal administrador de los caudales de Reynosa tuvo que soportar, solo sonriendo estúpidamente y mirando en la lejanía a los que antes trataron de entenderlo, recibiendo una nutrida muestra de inconformidad de la militancia con quienes se había comportado como un patán todas las veces que tuvo oportunidad, con la jactancia de un odioso principito.
VIO A SUS DETRACTORES
Ni la presencia de la senadora OLGA SOSA ni la de la presidenta estatal del consejo político estatal de MORENA, LUPITA GÓMEZ y varios diputados locales, pudo detener la andanada de ofensas e insultos contra el Presidente Municipal, que ahora si tuvo la oportunidad de ver de frente a parte de quienes le han levantado miles de firmas para exigir su desafuero, a quienes le juzgan por su ineficiencia, por la frialdad de su actos indebidos, por las frivolidades con las que actúa en demerito de un cargo que no está hecho para él, pero que por avaricia, le fue heredado por su madre la senadora Maki Ortiz, quien desde hace semanas ha empezado a desempacar sus cosas, haciendo vislumbrar su migración hacia otro partido, se dice que ahora apunta sus baterías hacia el Partido Movimiento Ciudadano.
No se han dado cuenta que no son los dirigentes, que no son los partidos, que no es la exigente militancia, sino ellos los que han fallado.
AMBICIÓN COBRA FACTURA
Al parecer la senadora no ha dimensionado que aun la más insana ambición debe tener límites y con ello aceleró el lanzamiento al precipicio político de su ternurita el pimpi CARLOS PEÑA ORTIZ.
La suerte de familia imperial como se conoce a doña MAKI, que hoy detenta un escaño en el senado con el apoyo del Partido Verde y su hijo la alcaldía de Reynosa, parece haber terminado tras una larga carrera de traiciones, de mentiras, de humillaciones, de complots, de promesas incumplidas, de falsas alianzas con personajes y partidos, donde solo se han servido para alimentar sus insaciables intereses personales.
EN CAÍDA LIBRE
¿Qué sigue ahora?, quizá lo peor de su trayectoria política, acumular más maledicencias y por qué no, pagar por los múltiples delitos cometidos como el peculado, el desvío de recursos públicos y otras muchas atrocidades que en su nombre han cometido un cercano círculo de colaboradores ladrones que se han enriquecido con las migajas que se le han caído a la realeza.
Ya no hablemos de los desfiguros que hacen con su vida personal, las desgracias que han ocasionado a miles de reynosenses, de los fraudes acumulados en todo lo que tocan, mientras la ciudad se cae a pedazos; ahora simplemente esperamos algo que es aún más difícil quizá hasta milagroso, que le devuelvan al pueblo lo robado…