Por Oscar Díaz Salazar
Rio Bravo, Tam.- Muy al estilo de mi amigo y totalmente de acuerdo a la personalidad de Ricardo Botello Cisneros, así fue el acto de presentación de su libro «Las Vacas no dan leche», celebrado (dicho o escrito en ambos sentidos, tanto llevado a cabo como festejado) el pasado viernes treinta de Mayo en el salón de actos de la Cámara de Comercio en Río Bravo, Tamaulipas.
La reseña, elogio, recomendación y comentarios del libro, estuvieron a cargo del abogado reynosense Heberardo González, quien (no) cobra como presidente de la COPARMEX Reynosa… Y no cobra porque es un cargo honorífico, pero si es la mera cuerda del sindicato patronal reynosense.
En el mensaje del autor Ricardo Botello, nos dio otra muestra de su generosidad, gratitud y discreción, pues en vez de hablarnos de sus experiencias y de las vivencias y reflexiones que lo llevaron a escribir el libro, nos hizo un recuento muy emotivo de las personas que han sido importantes a lo largo de su existencia.
Nos habló de su señora madre, de su amor y de sus lecciones. Nos habló con cariño de su maestra de kínder y la presentó al público. Nos compartió todo lo que aprendió con su maestra de primaria y como testimonio de su gratitud le obsequió un ejemplar de su libro. Palabras muy sentidas y muy emotivas le dedicó al maestro de secundaria, Juan Manuel Gutiérrez, que le inculcó la afición a la oratoria. Para acentuar el aprecio a su mentor de oratoria, convocó a otra discípula que leyó un texto muy sentido recordando anécdotas de certámenes de oratoria en los que participaron tutelados por su maestro.
Además de compartirnos las gratas y positivas influencias que tuvo en su trayectoria escolar, Ricardo Botello nos compartió anécdotas con sus hijos y mencionó con cariño y afecto a su señora esposa.
El tributo a la amistad lo realizó en la persona de Alejandro García Sánchez.
Bellas palabras le dedicó a una persona apreciada y querida en Río Bravo, y aunque es difícil elegir un fragmento de un discurso de un orador tan experimentado como Ricardo Botello, creo que las palabras más sentidas y las mejores frases, fueron las que dedicó a ese «angel» de los ríobravenses, la señora Noelia Cantú de Millán.
A la señora Malena Rodela de Villegas le reiteró la amistad y le solicitó trasmitir el saludo «No al secretario general de gobierno, Héctor Joel Villegas, sino a su amigo El Calabazo».
Palabras de afecto y reconocimiento tuvo también para varias personas que han sido importantes en su vida laboral y en su participación política: entre estas Abdies Pineda, el ex alcalde de Diaz Ordaz y el ex regidor del Ayuntamiento de Reynosa, Carlos Ramirez.
Por las conversaciones con Ricardo Botello me enteré de las complicaciones para presentar el libro en Río Bravo, sin generar celos, reclamos o dificultades políticas. Pero también constate que Botello guarda un afecto especial por Río Bravo y su gente, por lo que haría lo necesario para que la primera presentación formal de su obra, fuera con los suyos, con sus amigos de Río Bravo.
El acto de presentación de «Las Vacas no dan Leche» me sirvió para entender y para apreciar más a Ricardo Botello, un servidor público atípico al que aprecio y admiro por varias razones: por su amor y respeto a las palabras; por entender y vivir la política como oportunidad de servir a los demás; por su afán de superación y por no dejarse vencer por los problemas y dificultades; por no guardar ni transmitir sentimientos y pensamientos negativos.
Saludo y felicito a Ricardo Botello por ese libro que espero cumpla con «los asegunes» que nos advirtió Botello el pasado viernes, que es una adendum a la vieja recomendación de «plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro»… Que es regar el árbol, educar al hijo y que se lea el libro.
