Por JC Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Automovilistas y transeúntes hicieron saber a este medio la posibilidad de estar ante un grave caso de trata de blancas y de explotación infantil, al señalar que un menor de edad que es obligado a realizar malabares y piruetas en los cruceros, afirma que quien se hace pasar por su madre, en realidad no lo es.
Desde inicios de la semana anterior un transeúnte denunció ante este medio que un menor somnoliento que realiza peripecias sobre los hombros de una mujer de las denominadas “Marías”, le dijo al entablar breve plática durante un cambio de luz en un crucero del semáforo en la Avenida El Maestro, que la señora que lo explota en realidad no es su madre.
Al realizar un recorrido ese mismo día al mencionado sitio, para verificar la información, no fue posible la localización de la pareja y al día siguiente al buscar por el mismo lugar, se nos indicó que posiblemente se cambiaron de lugar.
Este viernes otro automovilista hizo llegar la misma versión a EL SINODAL DE TAMAULIPAS, afirmando que ahora la misma mujer y el niño de unos 6 o 7 años de edad, están acompañados de otro aún mas pequeño y que estaban “trabajando” bajo un espantoso clima de más de 40 grados centígrados, pero ahora en el crucero del bulevar Hidalgo y Occidental en la colonia Bellavista.
La persona que hizo el reporte-denuncia, hizo llegar unas fotografías tomadas con su celular y al ofrecer unas monedas, hizo acercar al menor para obsequiarle una botella de agua, y el niño entonces en su tierna inocencia le dijo que la señora del reboso no era su mamá.
Nuevamente acudimos por la tarde al sitio señalado, pero desafortunadamente los dos menores de edad y “La María” que los trae a su cargo, ya se habían retirado, luego de que otra persona insistentemente les hizo varias tomas fotográficas, -expresaron- empleados de la vieja estación de venta de gasolina “Solano”.
LLAMADO AL DIF REYNOSA
Es aquí donde se formula una alarmante llamado al Voluntariado del Sistema Municipal del DIF Reynosa para que acudan a los cruceros y no solamente verifiquen este caso, sino el de muchos otros menores que son explotados por adultos que los obligan a exponerse “de sol a sol” a todo tipo de accidentes, seguramente a cambio de algún mendrugo de pan y alguna golosina.
En el caso de la mujer que acompaña a los niños e inclusive trabaja con ellos en los malabares, es muy probable que ella también esté siendo objeto de explotación, por lo que se hace urgente la intervención de la autoridad competente para que, a través de sus mecanismos legales, rescate a los menores y a la propia mujer, si el caso lo amerita, de las garras de esta explotación inhumana.
MUCHOS CASOS MAS
Hace varios años aún durante la administración del ex alcalde priista José Elías Leal, se conocieron algunos casos de esta misma naturaleza, desintegrándose la red de explotación, haciéndose cargo el Sistema DIF Reynosa del resguardo de varios menores, sin embargo, el cambio de administraciones y las nuevas visiones de gobierno suspendieron esta acción proteccionista.
Es muy probable que la red de trata de mujeres e infantes se haya diversificado o se trate ahora de otros malvivientes los que se encarguen de esta cruel explotación, pues se afirma que sobre varios cruces importantes se ha detectado en los días recientes un grupo de “payasitos” envueltos en su caluroso disfraz pidiendo monedas a los automovilistas.
No se trata de niños sanos y sonrientes, sino que son infantes que muestran maltrato psicológico y físico que en sus muecas demuestran lo mal que la están pasando al ser obligados a permanecer bajo los candentes rayos solares durante muchas horas, sin que nadie se atreva a investigar su condición actual, dónde viven, dónde duermen, dónde se asean, de dónde proceden y quién podría estar atrás de ese lucrativo negocio.
NdR.- Pues ahí está la denuncia, corresponde ahora al DIF Reynosa, autoridades de seguridad o pública y las propias asociaciones civiles, acercarse a investigar la raíz de este problema y no descansar hasta ver en la cárcel a las personas que lucran con el dolor de los demás.
