SIN FILTROS
POR BRENDA RAMOS
¿Tampico sigue brillando? No lo sabemos. Porque si lo está haciendo, nadie nos ha dicho desde qué ángulo ni con qué intensidad. Tampico puede ser que esté activo, sí, pero sin una voz institucional clara, la narrativa pública del gobierno municipal parece desenfocada, como esas luces que parpadean porque están a punto de fundirse.
Desde el inicio de esta administración, la Dirección de Comunicación Social ha sido un espacio con movimiento… pero sin permanencia. El primer nombramiento fue para Rubén Echavarría Rodríguez, perfil institucional, respetado, pero su fallecimiento a los pocos días dejó un vacío que no ha logrado llenarse desde entonces.
Le siguió Liborio Méndez, como encargado de despacho, sin mucha proyección. Luego, en diciembre, apareció como figura de apoyo Florencio Hernández, más vinculado a áreas administrativas y sin contacto real con medios. En abril llegó el nombramiento formal de Miguel Garay Ávalos, proveniente de Matamoros, quien apenas duró mes y medio en el cargo antes de presentar su renuncia por motivos personales. Cuatro nombres, en menos de ocho meses, sin continuidad ni narrativa consolidada.
Y justo esta falta de vocería ocurre en una ciudad que no solo necesita comunicar lo que hace, sino también explicar por qué lo hace. Tampico ha estado en obras, en eventos, en campañas ambientales, en convenios internacionales… pero los mensajes institucionales han carecido de alguien que los sostenga, los articule y los proyecte con coherencia.
Todo esto sucede, además, en la semana del Día de la Libertad de Expresión. Años atrás, al menos se ofrecía un café modesto, una charla, un agradecimiento informal al gremio. Este 2025, ni una taza de café. Y eso, en una ciudad donde el periodismo forma parte de la memoria colectiva, no pasa desapercibido.
Mónica Villarreal Anaya, alcaldesa de Tampico, cuenta con un respaldo evidente: es hermana del gobernador del estado. Pero el área de Comunicación Social sigue sin consolidarse.
Porque comunicar no es adornar ni aplaudir. Es poner orden, rumbo y sentido a lo que un gobierno quiere proyectar. Hoy, esa función está en pausa.
Mientras tanto, en el Cabildo, en los cafés de siempre y en los chats donde circulan los “ya se supo”, empiezan a sonar posibles relevos. Una terna no oficial que incluye a José Ángel Heftye Hernández, Dante Mijaíl García Cortés, Brandon Cruz Vázquez y Joel Castillo, todos perfiles de la zona sur. También se barajan dos nombres foráneos: Karla Herrera y Ubaldo Castillo, ambos con pasado en campañas políticas y experiencia técnica, son de la capital del estado.
Lo importante no es el nombre, sino el perfil. Tampico necesita a alguien que entienda el momento, que tenga oficio y que no llegue a improvisar. La vacante no puede prolongarse. El gobierno debe elegir bien, y debe hacerlo ya.
Porque sí, Tampico puede seguir brillando. Pero si nadie lo cuenta con claridad, no hay cómo saberlo.