UNA SEMANA PARA RECORDAR

Opinión

FUENTES FIDEDIGNAS

Por: Isaías Álvarez

En la tarde de este jueves, desde la sala de prensa del Congreso de Tamaulipas, se trazó con palabras un parteaguas en la vida pública del estado. Humberto Prieto Herrera, escoltado por diputados de Morena, dejó claro que la transformación del Poder Judicial dejó de ser una consigna para convertirse en una ruta irreversible.

«Hoy estamos construyendo un Poder Judicial al servicio del pueblo, libre de privilegios y vicios del pasado», sentenció Prieto Herrera. Lo hizo con el respaldo de una reforma que calificó como un acto de visión de Estado, impulsada desde el ámbito nacional por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y consolidada en Tamaulipas por el gobernador Américo Villarreal Anaya. No fue una improvisación: las reformas, detalló, fueron estudiadas a profundidad en comisiones dictaminadoras, con análisis jurídicos, técnicos y políticos, y aprobadas con amplio consenso en el Pleno Legislativo.

El legislador advirtió: «Minimizar la participación es minimizar al pueblo y eso jamás lo vamos a permitir». No hablaba al aire: más de 13 millones de mexicanos, y más de 400 mil tamaulipecos acudieron a las urnas para elegir a sus nuevos juzgadores. Y aunque algunos intenten demeritar la cifra, Prieto fue tajante: «Todos los votos cuentan, y todos merecen respeto».

A pregunta expresa de los medios sobre cuándo se notará una mejor impartición de justicia, el diputado Marco Gallegos Galván respondió que la ciudadanía no volverá a esperar años por una resolución. Hoy, la ley prevé tiempos concretos y se trabajará para que los casos se atiendan a la brevedad. Además, el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM) ya entregó las constancias de mayoría a quienes fueron electos, brindando certeza jurídica al proceso. «El pueblo les ha conferido una gran responsabilidad: impartir justicia con ética, honestidad y compromiso social», expresó Prieto Herrera.

Pero esa no fue la única transformación en marcha. Desde la Unidad de Salud del IMSS-BIENESTAR “Enrique Cárdenas”, el gobernador Américo Villarreal Anaya participó vía remota en el arranque del programa federal «Salud Casa por Casa», impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum desde Palacio Nacional. Una cruzada nacional que pretende llevar atención médica gratuita y educación preventiva a más de 14 millones de personas adultas mayores y con discapacidad.

Tamaulipas no se quedó atrás: ya se han realizado más de 6 mil visitas en ocho regiones del estado, con 500 trabajadores de la salud desplegados para atender a un total de 411 mil personas. «Todo lo que se atiende y vigila periódicamente, en este caso la salud de los adultos mayores, es justicia y es bienestar», dijo el gobernador, dejando claro que la medicina también es una forma de dignidad.

El programa incluye la creación de historiales clínicos personalizados para una atención más precisa y humana en los Centros de Salud. Y en agosto, viene la segunda etapa: las Farmacias del Bienestar, donde los beneficiarios podrán surtir sus medicamentos sin costo.

En medio de todos estos anuncios, el Congreso también abrió sus puertas a la niñez tamaulipeca. El martes 10 de junio, durante la sesión de «Diputadas y Diputados por un Día», niñas y niños ocuparon simbólicamente las curules, debatieron propuestas y aprendieron, quizás por primera vez, que la democracia no es solo votar, sino también levantar la voz con responsabilidad.

Esta semana, los temas que dominaron la agenda fueron justicia y salud. Se hablará de ellos en tribunales que prometen renovarse, en hogares donde la salud llamará a la puerta, y en aulas donde germinará una generación más consciente.

Tamaulipas vivió una semana de contrastes, pero también de conexión. Si todas estas piezas —niñez, justicia y salud— logran articularse de verdad, habremos sido testigos de algo más que anuncios: de una semana para recordar y transformar.

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