Adán Echeverría
¿Qué México es el que quiero? Uno donde todos sus habitantes, todos, los poco más de 130 millones, tengan casa, trabajo, salud, seguridad y educación. Uno donde el salario de tu trabajo rinda para cubrir todo lo anterior e incluso ese derecho humano que muy pocos quieren reconocer: el derecho al ocio. Uno que reduzca los índices de criminalidad, uno donde los millonarios no puedan abusar de su poder económico sobre los otros: uno donde las leyes funcionen para los pobres lo mismo que para los ricos, uno donde las prisiones no estén llenas de gente pobre, sino que esté llena de criminales, sin importar el estrato social al que pertenezcan; un México donde los recursos naturales sean explotados de manera sustentable, particularmente por los propios mexicanos; pero, sí son explotados por los extranjeros, estos paguen a las comunidades mexicanas los correctos arrendamientos que deberían cubrirse, y que la supervisión del cuidado de los recursos naturales sea prioridad para el gobierno mexicano.
Quiero un México donde asistir a la escuela, obtener una determinada educación, te convierta en experto en dicha materia, en dicha especialidad, y que al graduarte haya suficiente empleo para todos los graduados del país. Quiero un México donde el nivel de estudios sea validado por el sueldo que se perciba. Un México donde el educador, el maestro, el profesor tengan la misma importancia que el médico, y que no haya diferencias sustanciales entre los salarios de unos y otros.
Quiero un México donde el mecánico, el carpintero, el plomero, el albañil, tengan el mismo valor que el diputado, el senador, el gobernante, y donde los segundos jamás vuelvan a atreverse a mirar sobre el hombro a los primeros; un México donde nadie sea más que otro. Quiero un México al que los países extranjeros respeten, decidan visitar, no para esconderse, no para saquearlo ni abusar de su mano de obra. Un país donde el turista no pretenda que el servidor turístico sea su esclavo ni su sirviente, sino personal que desarrolla un servicio para que pueda disfrutar su estancia en nuestro país.
Quiero un México, de ingenieros, de creativos, creadores, inventores, inventos, desarrolladores tecnológicos, un México donde los mexicanos puedan generar y crear empresas y marcas de dispositivos tecnológicos para exportar al resto del mundo.
Quiero un México de 3 senadores por estado, un México de 7 diputados por estado, todos electos por el pueblo, y nada más. Estamos cansados y hartos de mantener con nuestros impuestos los quinientos diputados que tenemos hasta ahora. Un país de 32 estados no puede tener 500 diputados, no hay matemática que lo justifique.
Quiero un México libre y a la vanguardia; un México con libertad de cultos, un México laico en todos sus niveles de gobierno, en todas sus dependencias de gobierno; un gobierno que valide su laicidad en la Educación Pública. Un México que valide a su campesinado, un México que valide la producción agropecuaria, y que dicha producción, junto a la producción pesquera, puedan alimentar sin ningún problema a sus más de 130 millones de habitantes,
Y ese México es el que la cuarta transformación está luchando por construir, y la mediocre oposición lucha por impedir. ¿De qué lado estás?
