ITAVU
Por Oscar Díaz Salazar
El muy reciente retiro de una estatua del Che Guevara, en una de las alcaldías de la Ciudad de México, ha puesto en la agenda temática de medios masivos, electrónicos y en redes sociales, el uso de imágenes de personajes que son importantes para algunos colectivos, y tal vez detestables para otros.
Se hace política con los héroes y con sus imágenes, de eso no hay duda. Los priistas se apropiaron de la memoria y de la imagen de los protagonistas de la revolución mexicana. Lopez Obrador, conocedor de nuestra historia y de sus potencialidades como instrumento de la lucha ideológica, que por supuesto es política, desplazó a los revolucionarios del siglo pasado, del debate y de la memoria, y se fue más atrás, a la época juarista, para apropiarse e identificarse con los liberales, y contrastarse y motejar a sus adversarios actuales como los conservadores que añoran a Maximiliano, a Iturbide y a quienes los acompañaron en aquel momento histórico.
La historia cuenta, y algo hay de cierto que la historia la escriben o la reescriben los vencedores. Las imágenes también cuentan y los héroes cuentan porque son historia, hicieron historia y tienen una imagen.
La clase gobernante nos sigue debiendo la ponderación de los personajes que fueron precursores de los triunfos que ha tenido un partido, movimiento y coalición, que lamentablemente y vergonzosamente ha resultado una restauración del PRI.
Por citar algunos nombres de personajes que deberían ser recordados y honrados por el gobierno actual les mencionó a: Heberto Castillo, Valentín Campa, Arnoldo Martínez Verdugo, Gerardo Unzueta, Ricardo Flores Magón, Salvador Alvarado, Francisco J Mugica, José Revueltas, etc.
El tema cobra importancia en nuestro Estado, al leer los comunicados confusos en los que se deduce que el Instituto Tamaulipeco de la Vivienda Urbana (ITAVU) ha financiado la construcción de las plataformas en las que se erigieron dos estatuas monumentales, una de una cruz en Tula Tamaulipas y la más reciente de una virgen de la misericordia en el Chorrito, municipio de Hidalgo.
Manuel Guillermo Treviño Cantú es el jefe de la dependencia (ITAVU) que brilló por su ausencia en las colonias inundadas de Reynosa, pero que ha destinado un presupuesto millonario para colocar esculturas religiosas.