Por Oscar Díaz Salazar
Los rescoldos del cabecismo llevan casi tres años ventilando y manteniendo en la opinión publicada el asunto del financiamiento a morena de los hermanos Carmona.
A los cabezucos les dolió en el alma que el difunto Sergio Carmona, con su hermano Julio y sus empresas, hubieran fondeado al grupo político que los desplazó del gobierno de Tamaulipas, y no solo porque los sacaron de la Casa de gobierno, sino porque en algún tiempo fueron sus aliados.
¿Por que razón los muñecos abandonaron la nave de los vientos de cambio para subirse a la chalupa de la morena? No tengo pruebas, pero tampoco dudas, de que a los hermanos Carmona, a Sergio y a Julio, les quedaron mal los tres Garcia, el gobernador, el que se ocupaba de la obra pública y el que regenteaba las compras y los servicios.
Mientras les duró el blindaje que construyó Francisco N y aliados para tener impunidad a su salida del gobierno, atizaron con singular alegría a la 4T con la acusación de haber recibido financiamiento de Los Muñecos, sabiendo que no los podrían acusar de lo mismo, o si lo hacían, no tendrían las pruebas.
Pero una vez que se cerró el ciclo del Auditor Superior del Estado de fierro vacuno, (Jorge Espino), y finiquitado el compromiso del Fiscal del Estado, Irving Barrios, con el gobernador anterior, aparecieron los pelos de la burra, la burra y las huellas de los burros que incurrieron en las mismas prácticas de las que acusan a sus sucesores.
Las huellas de los bisnes que hicieron las empresas Permart y Joser con el gobierno de Cabeza de Vaca, exhibidas esta semana por funcionarios del gobierno estatal, resultaron como un escupitajo que finalmente impactó a esos mismos que lo arrojaron durante tres años, creyendo que nunca les alcanzaría y que podrían violar la ley de la gravedad, como lo hicieron con muchas otras leyes.
Entre tanta información y el señalamiento de varios responsables, que son emisarios del pasado reciente, se extraña la omisión de la secretaria de Obras Públicas, Cecilia del Alto, y digo que se extraña porque muchos de los temas exhibidos como presuntos delitos, son obras.
¿Se confirma mi teoría del pacto de complicidad y no agresión a los políticos victorenses?
¿Será que la arquitecto Cecilia del Alto es como las aves que cruzan el pantano y no se manchan?
¿Será que la ex secretaria anda de pitarrona y está colaborando en la investigación aplicando el criterio de que todos los cabezucos son rateros y sinverguenzas menos yo también ?
