“Cabeza de Vaca, ya no podrá seguir torciendo la ley”, es el título de un video de origen parlamentario que circula por internet. Su contenido informa sobre la reciente reunión entre la bancada morenista del Congreso local, y sus homólogos federales en la cámara baja del congreso de la unión.
El diputado Humberto Prieto Herrera, Presidente de la Junta de Gobierno de la LXVI legislatura tamaulipeca, acudió con su mayoría guinda a la capital del país. Y se reunió con los integrantes de la bancada Tamaulipas en la cámara baja, liderados por Carlos Canturosas Villarreal.
Ambas instituciones parlamentarias mostraron unidad y fuerza política. Sobre todo a la hora de advertir que ya no permitirán la impunidad con la que hasta ahora se ha manejado, el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
Justo aquí nos detenemos para expresar un bien fundado escepticismo, recordando que, desde hace cuatro años, se han denunciado las corruptelas del cabecismo. Y hasta ahora solo un funcionario de medio pelo, ha sido detenido y juzgado ante la ley.
Como ya todos sabemos, se trata de Mario G, ex secretario de educación, encarcelado por presunto peculado y ejercicio ilícito de funciones. Un pececillo de poca monta, muy por debajo de los enormes cetáceos del sexenio azul.
Mientras eso ocurre , el ex mandatario estatal de los fallidos vientos, envía fotos sonrientes y despreocupadas, acariciado por la naturaleza de Yellowstone el más antiguo de los parques nacionales de Estados Unidos. Si a eso se le llama ser prófugo de la justicia tamaulipeca y mexicana, me parece que cualquiera desearía estar en su lugar.
Pero no solo eso, porque Cabeza se da el lujo de operar entrevistas a modo, con medios informativos y periodistas del país, y en ellas no solo desmiente las acusaciones en su contra, sino que contra ataca.
Sííí, así como lo leen el prófugo de la ley, Cabeza de Vaca está a la ofensiva, y no a la defensiva, como indicaría la lógica.
Esto último lo acaba de hacer, por la vía del diputado panista Federico Doring, mismo que presentó una denuncia en contra de personajes del morenismo nacional y del gobierno de Tamaulipas.
Muchas veces nos hemos preguntado: ¿en que basa CV su calidad de intocable? ¿Acaso en su condición de ciudadano norteaméricano? ¿O a que le tira CV? Porque otro en su posición , tal vez ya se habría refugiado en un país lejano, o al menos habría depuesto su actitud rijosa, pero no es el caso.
Hay un evento político-jurídico que está por consumarse en Tamaulipas. Un episodio crucial a partir del cual, nos daremos cuenta, que tan seria es la intención de ajustarle cuentas al exgobernador y a su sexenio señalado como corrupto y arbitrario.
Me refiero a la llegada por medio del voto ciudadano, de un nuevo Tribunal de Justicia, cuya Presidenta electa, es la abogada Tania Contreras López. Este Poder judicial seguramente hará sinergia con el poder Judicial de la federación, emanado por igual de una jornada democrática.
Al menos en apariencia, toda esta pinza institucional de carácter procesal y jurídico, le estaría cerrando el paso a las acostumbradas maniobras cabecistas de comprar amparos y jueces a modo.
Justo aquí es donde reside la duda.
¿Existe realmente voluntad por parte del gobierno federal y estatal de echarle el guante a Cabeza? ¿O solo buscan asustarlo? Porque de ser esto último, el célebre CV debe de estar riéndose de esta reciente reunión parlamentaria de alto nivel, entre los diputados federales y locales de Tamaulipas.
En mi carrera de periodista, nunca había visto a un político prófugo de la ley, que a base de dinero y de influencias, tratase de revertir la narrativa, para aparecer como acusador. Acusó de carmonistas a sus adversarios, y ahora resulta que el carmonista es él. Ahora todo indica que se encuentra atrás de una acusación por huachicol. Y no se extrañe usted, amable lector, que posteriormente se compruebe que el que anda metido en temas de esa naturaleza es el mismo CV.
Habría que preguntarle a su gran amigo Ernesto Ruffo, actualmente en la mira del zar anti delincuencia organizada Omar García Harfuch.
Pero volvemos a la pregunta que formulamos en el título de esta colaboración.
¿Realmente van por Cabeza? O de plano seguirán como el pastorcillo de la fábula que engañaba gritando: ¡Ahí viene el lobo!
