Las instancias encargadas de aplicar el derecho habían caído en un largo y triste letargo, no exento de complicidades y de mercenarios al mejor postor.
El proceso de degradación de ese símbolo encarnado por una mujer vendada, con la balanza y la espada, ha quedado en entredicho. Todo ello en detrimento de las mayorías que han visto como, todo el aparato de justicia se fue pudriendo, hasta llegar a tocar fondo, en el sexenio del panista Cabeza de Vaca.
¿Qué va a pasar ahora, con la llegada de una nueva estructura de juezas, jueces, magistradas y magistrados? El compromiso de todas ellas y ellos, es bastante grande. No porque les falte vocación , sino por los poderosos intereses que estarán en juego.
Hablamos de un paisaje espinoso e incomodo, formado por camarillas políticas y económicas, impuestas a hacer de las suyas. Y a imponer su ley personal de la impunidad, a base de cachetear a los funcionarios del Poder judicial, con billetazos y con chequeras.
En medio de todo este escenario que este viernes hacia el mediodía se pondrá en marcha, brilla ya desde ahora una dama talentosa y con un profundo compromiso de aplicar la ley, por encima de los privilegios, hasta ahora prevalecientes.
La tarea que este miércoles se echa a cuestas, la magistrada Presidenta Tania Gisela Contreras López, y quienes junto con ella integran el nuevo Poder Judicial, no es la rifa de un solo tigre, sino de toda la manada felina. Especialmente los que se acaban de ir en el 2022. Los que se negaron y se siguen negando a rendir cuentas claras ante el pueblo de Tamaulipas.
Pero no solo ellos, sino quienes en su momento les sirvieron de tapadera. Y como cómplices transexenales de su opacidad y de su nula transparencia, en la administración de los recursos públicos del estado.
Desde este espacio de análisis, le deseamos suerte a Tania y a toda la estructura de funcionarias y funcionarios que, junto con ella, enfrentarán el reto de impartir justicia, por encima de intereses políticos.
Tamaulipas todo, está pendiente de este profundo cambio estructural y transformador, en el Poder judicial en nuestro estado.
Aquí no solamente está de por medio la correcta y justa aplicación de la ley, sino ante todo la dignidad de un pueblo, que desde hace muchos años, ha clamado en el desierto.
Y los gobernantes en turno, jamás los escucharon.
Por toda esa gente, sin apellidos ilustres que, muchas veces tuvo que implorar justicia, sin que nadie la escuchará. Por los hijos, por los nietos, a los cuales hay que dejarles un espacio donde no cuente el dinero, ni el influyentismo.
Ya no más una justicia entregada al mejor postor. Una norma jurídica envilecida y prostituida a base de cohechos.
Ahí están los expedientes esperando que los desempolven. Ya no más patentes de corzo, para quienes saquearon impunemente las arcas tamaulipecas.
Bienvenido un nuevo Poder Judicial en Tamaulipas. El pueblo les brinda toda su confianza.
