Por Gil Vicente Galindo/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.-Lo que parecía un final feliz al ordenar la inspectora escolar 57 de educación preescolar la reinstalación ante grupo de la maestra Reyna Leidy Zúñiga García, la directora del jardín de niños, “Josefa Ortiz de Domínguez”, profesora Martha Alicia De la Fuente, nomás no acató la orden.
“Pensamos que habíamos ganado con justicia el que regresaran a nuestra maestra y así nuestros niños siguieran bajo un proceso educativo de alto nivel, y nada, la directora Martha, no acepto, así que no tenemos otra opción que cerrar la escuelita”, dijeron madres de familia.
De plano, madres de familia están desconcertadas y más la inspectora escolar 57, licenciada María Lorena Román Rodríguez quien, a través de un memorándum, ordenó a la directora, permitiera ingreso a su salón de clases a la maestra que por sus pistolas había sido separada de su cargo.
Ahora padres de familia se están organizando para una “carnita asada” y que el jurídico en ciudad Victoria, la propia Secretaría de Educación Tamaulipas e incluso el sindicato que titula el profe Arnulfo Rodríguez Treviño, tomen cartas en el asunto y apoyen la decisión de la inspectora.
La estrategia de la directora del jardín de niños de la colonia “Arcoíris”, fue el “suspender” clases ante el cierre de la escuela por parte de padres y madres de familia.
Lo anterior para que muchos no se enteren de su supuesta subordinación ante la autoridad inmediata que es la inspectora escolar 57, que incluso puede solicitar su remoción por no acatar instrucciones superiores que ya habían sido consensadas a nivel de la Secretaría de Educación de Tamaulipas.
Cabe mencionar que el inicio de todo el conflicto fue porque la maestra Reyna Leidy Zúñiga, demostró con hechos que su metodología actualizada permitía enseñar a los pequeños de jardín de niños a leer y escribir jugando, antes de que estos ingresaran a primaria, siendo que esto debería causarle júbilo y admiración a la profesora Martha, que se quedó en el letargo. Continuaremos en la espera de que las autoridades se fajen los pantalones y pongan en su lugar a esta directora sin criterio y de ser posible la envíen a ella a otra escuela donde cause menos daño.