Martín Díaz / La Nube
El Secretario del Ayuntamiento es, por definición, la columna vertebral de la legalidad municipal; su función esencial es garantizar la seguridad jurídica de cada acto de gobierno, desde la certificación de acuerdos del Cabildo hasta la correcta aplicación del Código Municipal de Tamaulipas. El apego a la ley no es negociable: es el blindaje necesario para evitar responsabilidades y ofrecer certeza a la ciudadanía.
Sin embargo, en la capital del estado, esta premisa fundamental ha sido vulnerada. El alcalde Eduardo Gattás nombró en el cargo a su incondicional, el Lic. Hugo Reséndez, cuyo desempeño ha evidenciado un manejo preocupante de los asuntos públicos, caracterizado por el aparente desconocimiento o desdén por las leyes.
Esta falta de rigor legal ha arrastrado a la administración de Victoria a momentos de crisis. El propio Reséndez, al inicio de la actual gestión, expuso la supuesta ignorancia del alcalde con un acto ilegal: la declaración pública sobre la ratificación automática de servidores de la gestión anterior, un concepto que está fuera de toda normativa electoral por tratarse de un nuevo periodo. Dado que su propio nombre figuraba en primer lugar de esos «ratificados,» este movimiento se interpreta de dos formas: o es un funcionario peligrosamente ambicioso, o deliberadamente exhibió el desconocimiento de quien le confió la operatividad jurídica del Municipio.
La sombra de la ilegalidad se ha extendido al terreno penal. Reséndez presuntamente usurpó funciones, firmando documentos oficiales y ocupando el despacho sin contar con el nombramiento legal correspondiente, hechos que, si bien pudieran tipificarse como delitos, permanecieron sin sanción.
Al sentir que la impunidad es el sello de esta administración, el Secretario ha tomado valor para lanzarse al ruedo electoral con un autodestape prematuro, para la próxima contienda. No obstante, su historial es un lastre pesado: la ignorancia legal y el desacato a las normativas mostrados en su gestión son argumentos suficientes para descartar cualquier aspiración a una diputación o a la Presidencia Municipal de Victoria.
La declaración de Hugo Reséndez –»Voy a estar en la boleta»– no es promesa, sino un desafío respaldado por la ignorancia legal y la impunidad de la que han gozado el y su patrón Gattas en cuatro años de gobierno.
