martes, noviembre 04, 2025

EL REGRESO DEL HASTA PRONTO

Opinión

Cuando Carlos Canturosas concluyó su trienio al frente de la alcaldía de Nuevo Laredo, dejó más que obras, dejó una huella política difícil de borrar. En aquel entonces, muchos vehículos circularon con una calcomanía que se volvió símbolo de gratitud y esperanza. “Gracias, Nuevo Laredo… Hasta pronto.”

Hoy, ese “hasta pronto” resuena con más fuerza que nunca. Y no solo en las redes, sino en las calles, en las colonias, en las pláticas de café y en los pasillos políticos donde ya se da por hecho lo que muchos anhelaban, el regreso del hombre que cambió la manera de gobernar en Nuevo Laredo.

Porque no se trata de nostalgias ni de discursos huecos. Se trata de resultados. Durante su gestión, Canturosas modernizó la ciudad con visión y con hechos. Escuelas primarias, secundarias y preparatorias municipales nacieron de recursos locales, demostrando que el presupuesto público sí puede transformarse en bienestar real. La emblemática avenida Reforma fue renovada, colonias completas vieron pavimento, alumbrado y servicios. Y lo mejor, cada enero, los neolaredenses sabían con certeza qué obras se harían, porque se presentaban con claridad, planeación y rumbo.

No fue un gobierno de ocurrencias, fue una administración de resultados. De esas que marcan un antes y un después.

Por eso, cuando muchos recuerdan aquella frase, “Hasta pronto”, no lo hacen con melancolía, sino con expectativa. Porque todo indica que ese “pronto” está muy cerca de hacerlo.

Claro, salvo que el destino le tenga preparada una jugada mayor, y ese “hasta pronto” no sea solo para el Palacio Municipal, sino para el Palacio de Gobierno. Porque si algo ha quedado claro, es que Carlos Canturosas no necesita presentación, su legado habla por él, y su regreso, donde sea, sería más que una segunda parte… sería la continuación de una historia que en Nuevo Laredo muchos quieren seguir viviendo.

Nuevo Laredo… prepárate, que el “hasta pronto” podría convertirse en “ya llegué”.

CIENCIA Y TECNOLOGIA PARA NLD

Existen muchas ciudades que apenas sobreviven con lo básico, mientras que Nuevo Laredo sigue apostando por el futuro. En sesión de Cabildo, la administración de Carmen Lilia Canturosas Villarreal aprobó la compra de un inmueble que servirá como área de apoyo operativo para el Museo de Ciencias y Tecnología, un proyecto que no solo representa infraestructura, sino una apuesta directa por el conocimiento, la innovación y el desarrollo intelectual de las nuevas generaciones.

La alcaldesa lo dijo claro: “Este museo representa un espacio para el conocimiento, la curiosidad y el futuro de nuestras niñas y niños”. Y es que pocas veces un gobierno municipal entiende que invertir en ciencia y tecnología es invertir en el porvenir de una ciudad. Carmen Lilia lo entiende, y lo está haciendo.

El nuevo predio, ubicado en Benito Juárez 1637, con una superficie de 540 metros cuadrados y un valor de 3.2 millones de pesos, será utilizado como bodega, área de servicios de máquinas y estacionamiento del Planetario, reforzando la operación técnica y la comodidad de los visitantes. Detrás de una decisión como esta hay visión, planeación y una meta clara, consolidar a Nuevo Laredo como referente regional en educación, ciencia y cultura.

Mientras otros municipios aún batallan por ofrecer espacios de recreación dignos, Nuevo Laredo apuesta por despertar la curiosidad científica, fomentar el pensamiento crítico y acercar a niñas, niños y jóvenes a la tecnología, un campo que define el rumbo del mundo moderno.

Con esta aprobación, Carmen Lilia sigue demostrando que gobernar no solo es pavimentar calles o iluminar calles, sino también iluminar mentes, construir futuro y darle a Nuevo Laredo el prestigio que merece como una ciudad moderna, educada y con visión.

Tener un Museo de Ciencia y Tecnología es sembrar inteligencia, innovación y orgullo local. Y esa, sin duda, es una de las mejores obras que una administración puede dejarle a su gente.

LA CRUZADA DE LETICIA

En la política hay misiones imposibles… y luego está la de Leticia Barrera Garza, presidenta del Comité Municipal del PRI, que anda empeñada en revivir a un muerto político que ya muchos daban por enterrado y olvidado, el PRI de Nuevo Laredo.

Resulta que doña Leticia lanzó un comunicado para anunciar con bombo y platillo que un grupo de habitantes de las colonias Blanca Navidad, Insurgentes y Lomas del Rosario acudieron al Comité Municipal para formalizar su afiliación y convertirse en nuevos militantes del tricolor.

Según la presidenta, este proceso demuestra que el PRI sigue siendo un partido “abierto, cercano y sensible a las necesidades de la gente”. También aseguró que la gente sigue confiando en el PRI por su “compromiso con la verdad, el trabajo y la unidad”. Palabras bonitas, sin duda.

Y la verdad es que se le aplauden las ganas a Leticia. Está intentando lo que sus antecesores ni siquiera se atrevieron, sacar al PRI del hoyo en que lo dejaron los mismos priistas, esos que se sirvieron del partido solo para conseguir una regiduría o un acomodo, y que después se fueron corriendo a Morena en cuanto vieron que ahí estaba la ubre presupuestal.

Pero bueno, alguien tenía que intentarlo. Y si algo hay que reconocerle a Leticia Barrera es que está dando la pelea, aunque lo que tiene enfrente no es cualquier cosa. Porque revivir al PRI, con todo lo que carga encima, es casi como tratar de resucitar a un difunto político que no solo murió… sino que ya fue cremado.

Y por si fuera poco, más difícil será cuando el PAN, su antiguo aliado de conveniencia, ya no los quiere ni de cerca. Aquella coalición que en su momento les dio oxígeno, hoy parece cosa del pasado. El blanquiazul ya entendió que cargar con el tricolor solo le resta votos, no se los suma.

Difícil misión la suya, sí. Pero al menos alguien en ese viejo cascarón tricolor decidió mover la bandera. Y eso, en los tiempos que corren, ya es decir bastante… ¿Qué, no?… NOS LEEMOS.

Comentarios pedropnatividad@gmail.com —

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