LOS INVASORES DE COMAPA REYNOSA

Opinión
Por Oscar Díaz Salazar
Frente a la escuela primaria Arturo E Longoria de Reynosa, en la esquina noroeste de la manzana donde se ubican un mercado, las oficinas de la COMAPA, un estacionamiento y la biblioteca “Agapito Cepeda”, se encuentra también una construcción en la que por mucho tiempo funcionó un restaurante de comida rápida, propiedad de un conocido comerciante de Reynosa.
El gobierno municipal recuperó recientemente la construcción donde se vendía pollo frito, para la hacienda municipal y para utilizarlo como sede de los servicios médicos de los trabajadores municipales. No fue sencillo revertir la privatización de ese lugar, pues hubo resistencia de parte de los usufructuarios de ese bien inmueble público.
Con esos antecedentes y esa cercanía geográfica y en el tiempo, me parece absurdo y muy abusivo que las autoridades de COMAPA Reynosa hayan invadido la biblioteca pública municipal “Agapito Cepeda”, para realizar trámites propios de la empresa.
Al margen de la importancia que puedan tener los asuntos que se están atendiendo en la biblioteca, considero un abuso molestar a los usuarios, a los lectores, que sin lugar a dudas también llevan a cabo una actividad por demás importante.
Me recuerda el caso del gobernador que quiso modificar el uso del edificio sede de la Secretaría de Educación en Tamaulipas, creo que para cumplir las ocurrencias de la esposa, que pretendía hacer del DIF una mini gubernatura con su propio palacio, y que tuvo que dar marcha atrás por indicaciones de las autoridades federales que han establecido el uso exclusivo del edificio para los propósitos originales.
No me sorprende que salgan a justificar la medida con el argumento de qué hay muy pocos lectores, pues con estas ocurrencias van a terminar por desaparecer a quienes acuden a los libros y las bibliotecas en busca de saberes, entretenimiento y superación.
La Comapa recibe dinero todos los días, tiene su propio patrimonio y debería tener sus propias instalaciones y no invadir los espacios donde se llevan a cabo otras actividades.
Para abonar al malestar por ese abuso de los directivos de la COMAPA, les comento que además de meterse a casa ajena, los de Comapa lo hicieron para atender un programa de apoyo a las familias que se inundaron hace pocos meses, en un esquema sumamente burocratizado en el que se exigían un montón de documentos, -que se perdieron en el agua-, para recibir el beneficio del descuento o cancelación del pago en los servicios de drenaje y consumo de agua.
Tengo, más bien tenía, una buena impresión del gerente Felipe Chiuw, pero con acciones cómo esta, el susodicho funcionario comapero ha caído muchos niveles en la escala de mis afectos.
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