Por Oscar Díaz Salazar
He escuchado en dos ocasiones a la diputada local Katalyna Mendez, una en entrevista y otra en un mensaje grabado para sus redes sociales, afirmando que fue una falta de respeto del dirigente del Partido Verde, “destapar” a un aspirante al gobierno de Tamaulipas, señalando al gobernador en funciones como el sujeto agraviado, entre otras razones “porque está haciendo un gran trabajo”.
Creer y decir, o decirlo sin creer, que los líderes de los partidos políticos son groseros porque hacen política y tienen expresiones y posiciones políticas, es más que un error, es una tontería, es no entender que los partidos políticos, en México y el mundo, se crearon precisamente para hacer política y para gestionar la renovación de autoridades por la vía institucional y pacífica.
Me parece que la diputada Katalyna Mendez, actúa y piensa alternativamente, en forma autoritaria y en forma vanguardista, futurista, justiciera y de avanzada, pasando a conveniencia personal de la cultura tradicional a la modernidad que la llevó a sentirse agraviada porque le llamaron “niña”.
Es evidente que la diputada Méndez es muy joven y no conoce la historia política, pero supongo que si fue testigo de primera línea, incluso supongo que fue partícipe, de la ruta que siguió el doctor Americo Villarreal para convertirse en gobernador y su jefe político, que defiende con enjundia y de manera oficiosa.
Desde el 2018, con el gobernador Cabeza de Vaca en su segundo año de gestión, Americo Villarreal empezó a moverse, a trabajar, a realizar acuerdos, a sostener reuniones, a hacer recorridos, a todo eso que en conjunto se llama hacer política, y todo esto de manera libre y sin que nadie lo acusara de ser ofensivo o grosero con el gobernador en turno.
De lo más arcaico, autoritario, nefasto y dinosaurico es la expresión de la diputada Katalyna Mendez cuando piensa y afirma que es una falta de respeto a su gobernador, cuando otros personajes responden con claridad a cuestionamientos políticos y revelan posibilidades e intenciones relacionadas con la sucesión del gobernador actual.
A menos que la diputada Katalyna Mendez crea, como le pasa a muchos de los que disfrutan el poder a plenitud, cuando lo tienen, que su líder, su partido, su gobierno y su circunstancias serán eternas, la legisladora debería “normalizar” la discusión sobre los gobernantes y dejar atrás esa cultura paternalista, autoritaria y dinosaurica, de la misma forma y en la misma medida que reclama para el trato a las mujeres.
Ese doble rasero y doble discurso de la diputada Katalyna Mendez, es muy común observarlo en las feministas selectivas que reclaman trato justo al varón, pero también exigen las ventajas que tienen en la cultura paternalista y machista.
Sugiero a la diputada que revise su discurso y sus puntos de vista, que por supuesto chocan con la ideología y la cultura política de “el partido que representa”, como ella misma lo dice.
