A MI MANERA
Por Tello Montes
- Tamaulipas ya le dio su aval, ahora lo vigila.
-Cuando otros ven distancia, Beto ve compromiso: así responde en Las Higuerillas.
En Tamaulipas los cargos no se heredan: se cargan. Y hoy, sobre los hombros de Jesús Eduardo Govea Orozco, nuevo Fiscal General de Justicia, recae un peso que no admite titubeos: la confianza abierta de la sociedad civil tamaulipeca, de colegios, barras de abogados, notarios, juristas, litigantes… y de miles de ciudadanos hartos de excusas, silencios y simulaciones.
Govea no llega “solo”.
Llega auditado por la memoria colectiva y respaldado por quienes sí saben lo que significa procurar justicia.
Y por eso, su margen de error es cero.
Las acusaciones: ruido viejo, respuesta directa
Desde el minuto uno, aparecieron los señalamientos de siempre: versiones recicladas, procesos caducos, un expediente del 2002 que ya ni jurídicamente respira, pero que algunos reviven cada que Govea asume una responsabilidad de alto calibre.
Su respuesta fue lapidaria, sin rodeos y sin lágrimas:
“Mi trayectoria confirma que soy un hombre de leyes.”
Con eso basta.
Quién debe hablar por él no es un rumor, sino su carrera.
Y la carrera está ahí: la justicia jamás lo encontró culpable de nada.
El proceso cayó, el auto fue revocado, y quedó libre por una razón muy simple: no había delito.
Lo demás es mugre del pasado que algunos pretenden usar como estiércol político.
El respaldo social: no es un aplauso… es una advertencia
Los colegios y barras de abogados no regalaron elogios: expidieron un aval ético y profesional que pesa más que cualquier discurso.
Egidio Torre Gómez lo dijo sin rodeos:
“Govea es garantía. Se distinguirá por su labor en beneficio de los tamaulipecos ávidos de justicia.”
José Isabel Luna remató con precisión de jurista:
“Protegerá al inocente… y no quedará impune el culpable.”
La Barra de Juristas con Perspectiva de Género habló de algo aún más profundo: autonomía, debido proceso, verdad y reparación del daño.
Y desde el Colegio de Notarios, hasta las barras de abogados, las voces coincidieron:
Tamaulipas cree en Govea. Ahora Govea debe responderle a Tamaulipas.
No es un cheque en blanco.
Es una advertencia firme:
“Te respaldamos… porque esperamos resultados”.
El reto real: hacer justicia donde otros solo la fingieron.
Govea ya identificó el punto más sensible: las personas desaparecidas.
Y lo dijo sin titubeos:
prioridad a los colectivos, revisión interna, reforzar inteligencia, investigación, periciales.
No lo dijo como promesa:
lo dijo como programa de trabajo.
Y ahí es donde se jugará su legitimidad.
Porque Tamaulipas ya no soporta un fiscal de escritorio ni otro funcionario que viva firmando oficios mientras las familias siguen buscando a sus hijos con palas, picos y esperanza.
Todo fiscal llega con un nombramiento.
Muy pocos llegan con respaldo social genuino.
Govea sí.
Pero ese respaldo, en Tamaulipas, no es un premio:
es una presión moral.
Una deuda anticipada.
Una exigencia visible.
Govea tiene hoy la oportunidad histórica de romper con una fiscalía opaca y de credibilidad rota, y
construir una institución que no proteja intereses… sino que produzca justicia.
El veredicto final
Los rumores ya fueron respondidos.
Las dudas ya fueron contestadas.
El pasado ya fue aclarado por la ley.
Ahora empieza lo que sí importa:
¿Será Govea el fiscal que Tamaulipas necesita… o será uno más en la lista de los que prometieron y no cumplieron?
La sociedad civil ya le dio la entrada.
La historia será quien dé el último dictamen.
Pero hoy, en este arranque, hay algo claro:
Govea no puede fallar.
Tamaulipas ya lo respaldó.
Ahora Tamaulipas lo vigila.
EN OTRO TEMA, El rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Dámaso Anaya Alvarado, informó que la UAT atraviesa una etapa de crecimiento sostenido, alcanzando este año una matrícula histórica de alrededor de 47.000 estudiantes, gracias a la apertura de nuevas carreras, preparatorias y programas virtuales.
Destacó el fortalecimiento del nivel medio superior y superior mediante la expansión de infraestructura, modalidades a distancia y la consolidación del Bachillerato Virtual, que ya suma más de mil aspirantes de Tamaulipas, otros estados e incluso comunidades en Estados Unidos.
La Universidad incorporó doce nuevas licenciaturas en agosto y sumará dos más en enero de 2026, ampliando la oferta educativa acorde con las necesidades actuales del entorno productivo.
Anaya adelantó que en 2025 continuará la ruta de crecimiento con más preparatorias, unidades a distancia y herramientas tecnológicas para ampliar la cobertura en los municipios. Además, se reactivaron las URTC en González, Jiménez, San Fernando y Tula, fortaleciendo la presencia educativa en regiones estratégicas del estado.
Y PARA CERRAR, Beto Granados volvió a demostrar que para gobernar no basta con despachar desde el Palacio Municipal: hay que caminar, llegar y responder, sin importar lo lejos que estén los poblados. Esta vez, el alcalde supervisó personalmente el avance de la obra de agua potable
en Las Higuerillas, revisando la modernización de la red que corre por la calle Puerto Topolobampo.
La visita no fue una foto: fue un mensaje.
Beto no mide distancias; mide necesidades.
Y donde hay una, ahí aparece.
La rehabilitación de esta línea de agua —vital para garantizar un servicio estable y seguro— forma parte de su compromiso de fortalecer la infraestructura básica de las comunidades más apartadas. Son obras que no se ven desde la ciudad, pero se sienten en cada hogar que abre una llave y recibe agua digna.
Granados dejó claro que su ruta de trabajo sigue siendo la misma: cercanía, supervisión directa y obras hechas con calidad y transparencia. Porque el bienestar, sobre todo en las comunidades alejadas, no se promete… se construye.
Con acciones así, Las Higuerillas y todo Matamoros avanzan hacia un municipio con mejores servicios y mayor calidad de vida.
