Por Julio Manuel Loya Guzmán/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Cd. Victoria, Tamaulipas.—El robo de vehículos en Tamaulipas registró una disminución del 27.3% durante el periodo enero–noviembre de 2025, en comparación con el mismo lapso del año anterior; sin embargo, el delito continúa concentrándose en Reynosa, municipio que encabeza las estadísticas oficiales y se mantiene como el principal foco rojo.
De acuerdo con informes de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), en ese periodo se contabilizaron 1,672 robos de vehículos en todo Tamaulipas. Autoridades advierten que la cifra real podría ser mayor, debido a que al menos el 50% de las víctimas no presenta denuncia, lo que incrementa la llamada “cifra negra”.
Del total de robos registrados, Reynosa acumuló 810 casos, lo que representa casi la mitad de los reportes estatales. Le siguieron Ciudad Victoria, con 350 denuncias; Matamoros, con 172; Tampico, con 109; Nuevo Laredo, con 98, y El Mante, con 76.
El análisis por periodos muestra que el primer trimestre del año concentró la mayor incidencia, con 469 robos de vehículos en la entidad. En ese lapso, la distribución fue la siguiente:
Reynosa: 226 casos (más del 40% del total estatal).
Ciudad Victoria: 99.
Tampico: 50.
Matamoros: 42.
Nuevo Laredo: 35.
El Mante: 17.
Pese a la alta incidencia en ciertos municipios, la FGJE destacó avances en materia de procuración de justicia. Durante el mismo periodo se reportó una tasa de recuperación cercana al 50%, lo que significa que uno de cada dos vehículos robados es localizado y asegurado en Tamaulipas.
El mapa del delito confirma que Reynosa no solo lidera en cifras absolutas, sino que en algunos cortes trimestrales concentra más del 40% de los casos, situación que ha obligado a priorizar operativos de seguridad e inteligencia en esta ciudad fronteriza.
FACTORES Y RESPUESTA INSTITUCIONAL
Especialistas atribuyen la persistencia del robo de vehículos a la operación de redes dedicadas al hurto y al comercio ilegal de autopartes, la existencia de rutas de traslado hacia zonas rurales y estados vecinos, así como a la demanda en mercados informales.
Ante este panorama, la FGJE, en coordinación con corporaciones federales, ha intensificado cateos, aseguramientos y labores de inteligencia para combatir la alteración de medios de identificación vehicular y desmantelar bodegas donde las unidades son desarmadas.
En días recientes, la Fiscalía informó sobre órdenes de cateo y acciones conjuntas con la Guardia Nacional y el Ejército, enfocadas en investigaciones por alteración de datos vehiculares y recuperación de automóviles robados, con el objetivo de reducir la impunidad y cortar la cadena logística del delito.
El impacto del robo de vehículos es tangible para la población: además del daño patrimonial, incrementa la percepción de inseguridad, afecta la movilidad y golpea la actividad económica, especialmente en municipios con alta dinámica comercial y fronteriza.
Organizaciones ciudadanas y reportes locales insisten en la necesidad de fomentar la denuncia oportuna, fortalecer la coordinación institucional y reforzar medidas de prevención situacional, como mejor iluminación, vigilancia y uso de cámaras.
Asimismo, subrayan que para dimensionar con mayor precisión el problema es indispensable contrastar los conteos absolutos con la tasa por cada 100 mil habitantes y con la cifra negra estimada por encuestas como la ENVIPE, a fin de diseñar estrategias focalizadas y optimizar la asignación de recursos.
Mientras se consolidan las líneas de investigación, la recomendación a la ciudadanía es extremar precauciones, asegurar adecuadamente las unidades, denunciar de inmediato cualquier robo y colaborar con información que permita identificar zonas de riesgo y puntos de venta de autopartes.
