MÓNICA VILLARREAL Y EL SEGUNDO PISO

Opinión

Por Oscar Díaz Salazar

Para intentar comprenderla, no tanto para justificarla, me dicen que la presidenta municipal de Tampico, nunca tuvo casa propia, hasta que la suerte la puso al frente del gobierno municipal, y tal vez de ahí viene esa creencia suya de que puede disponer de los bienes públicos, como si fueran de su propiedad.

Mónica Villarreal Anaya, de acuerdo a una fuente muy cercana a la munícipe tampiqueña, siempre vivió en departamentos alquilados, y nunca tuvo una casa que fuera de su propiedad. Ya siendo presidenta de Tampico es que pudo adquirir una casa… pronto les estaré compartiendo fotografías de la residencia donde vive la alcaldesa, desde no hace mucho tiempo.

Mónica Villarreal parece que lleva prisa para disponer de los predios que pertenecen a la hacienda pública municipal o que ya habían sido asignados en custodia o donación. Es evidente su afán de desconocer los acuerdos de los ayuntamientos que le precedieron para reasignar la custodia de diversas superficies en las que opera una escuela preparatoria, para dársela a un CBTIS; una área verde, para construir vivienda popular; una área de equipamiento, para construir una iglesia; un espacio de servicios (estacionamiento), para la construcción de un hotel.

La mención de que Mónica Villarreal no había tenido casa propia, no es para denostarla, pues al igual que ella son muchas las familias que no han podido comprar o construir la vivienda que habitan, y eso por supuesto que no las hace menos valiosas ni las demerita en ningún sentido. Lo digo por la poca empatía que ha mostrado la presidenta tampiqueña (en realidad victorense) por las comunidades que han sido despojadas de una superficie que utilizaban y que habían cuidado y edificado, como una casa común a los colectivos que pertenecen.

Celebro que la sociedad tampiqueña no le permita a su presidenta municipal disponer a capricho de los bienes públicos, y también lamento que el Ayuntamiento, regidores y síndicos, se presten para avalar despojos y trafiques con los bienes públicos, desde luego con las honrosas excepciones de algunos regidores de la oposición que han votado en contra.

En próximas entregas les comentaré los detalles de la residencia que hoy habita la presidenta, que pudo adquirir luego de muchos años de rentar, y que de acuerdo a mi fuente, no se asemeja ni tantito a las micro viviendas del bienestar.

Termino mencionando qué tal vez lo del segundo piso de la Avenida Hidalgo sea un sueño guajiro, pero lo que si es muy cierto es que la presidenta Monica Villarreal ya construyó el segundo piso de su residencia.

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