OVNIS

Opinión

Al Vuelo

Por Pegaso
Le preguntó “Lord Molécula” a la Presidenta Claudia Chiquitibum si cree en los OVNIs, y la mandataria solamente se aventó una risilla.
“¿Podría dejar usted a un lado la investidura presidencial y como científica, ya que la NASA ha dado su punto de vista, podría darnos su opinión sobre el fenómeno OVNI o Fenómenos Anómalos No Identificados y con un sí o un no, Presidenta, estamos solos?
La respuesta: “¡Ja, ja, ja, ja, ja, jaaaaa! Eso estuvo bueno. Esa sí, como decían… la de los 64 mil. Se lo dejamos a los científicos que se dedican a ello. Tengo mi opinión”.
Sí. Claro tiene su opinión, pero no le contestó a “Lord Molécula” y lo dejó tan ignorante como antes.
Veamos si podemos sacar nosotros de su estupefacción al simpatiquísimo y regordete periodista que tiene el récord de asistencia a las mañaneras, primero, las de ALMO y ahora las de la Presidenta Chiquitibum.
Si ésta, en su calidad de científica diera una respuesta al cuestionamiento, tendría que ser precisa en citar los hechos que hacen sumamente difícil que una nave espacial de cualquier tipo surque el extenso espacio que separa un planeta de otro.
Poniéndolo en perspectiva. Si una nave terrestre quisiera llegar al Sol en este momento, tardaría 8 minutos a la velocidad de la luz, ya que se encuentra a 149 millones de kilómetros de distancia.
Pero como eso representa un poco menos de 300 mil kilómetros por segundo, necesitaría quemar un tanque de combustible del tamaño de La Tierra en un instante para lograr la fuerza de impulso necesaria.
Ya que alcanzar la velocidad de la luz para una astronave es casi imposible, habría que ir más despacito. El viaje al Sol, si viajamos a una velocidad de 39,900 kilómetros por hora, nos llevaría unos 20 años.
Ahora, si queremos llegar a Neptuno, nos tardaríamos más de 30 años, y salir del sistema solar, aproximadamente 50 años.
Si quisiéramos llegar a la estrella más cercana, Alfa, de la Constelación del Centauro o Próxima Centauri, que está a 4.22 años luz de distancia, a la máxima velocidad que puede alcanzar una nave terrícola, nos tardaríamos 133 mil años.
¡Fácil! ¿No?
Supongamos que hay una civilización que ha logrado hacer naves mucho más veloces. Aún así, difícilmente podrá alcanzar la milésima parte de C, es decir, de la velocidad de la luz.
Pero alguien puede decirle a la Presidenta Claudia Chiquitibum: “Pero puede que haya algunos atajos, por ejemplo, agujeros de gusano que conectan a un sitio del Universo con otro muy lejano”.
Y la Jefa del País se aventaría otra risotada diciendo: “Eso es ciencia ficción. Aún no está comprobado que haya agujeros de gusano. Además, para crear uno, en teoría, se necesitaría tanta energía como la que produce una estrella durante un año. No creo que sea esa la solución”.
Y tendría razón.
Las distancias entre planetas son demasiado grandes, ya no se diga entre estrellas y menos entre galaxias.
Si alguien fue a la escuela a estudiar y se fijó en lo que le decían los maestros y los libros, sabrá que los viajes estelares, como los que describen películas de ciencia ficción como “Viaje a las Estrellas” (“Star Treck”, por su título original en inglés. Serie estrenada en 1966. Creador: Gene Roddenberry. Protagonistas: William Shatner, como el Capitán Kirk, Leonard Nimoy como el Sr. Spock, Deforest Kelley como el Dr. McCoy y James Doohan, como el señor Scott), o como “La Guerra de las Galaxias” (“Star Wars”, por su título original en inglés. Estrenada en 1977. Director: George Lucas. Protagonistas: Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fischer, Peter Cushing y Alec Guinnes), son solo una fantasía, o cuando mucho, muy difíciles de realizar.
Lo que vemos de vez en cuando son efectos ópticos, objetos clasificados de algún gobierno o fenómenos meteorológicos. La imaginación y la pereza mental nos hace siempre pensar en las soluciones más fáciles, por eso mismo, cuando vemos luces en el cielo inmediatamente pensamos en OVNIs tripulados por extraterrestes.
Cientos de años atrás, en plena edad media, eran brujas que volaban en sus escobas, o hadas, o demonios.
Todo eso diría Claudia Chiquitibum si hubiese contestado como científica a Lord Molécula.
Mis felicitaciones para ella.
Viene el refrán estilo Pegaso: “El que posee conocimiento, discierne”. (El que sabe, sabe).
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