LOS REGALOS DE HOMERO SIMPSON

Opinión

Los regalos de Homero Simpson
Por Oscar Díaz Salazar

Desde hace un buen tiempo, a los habitantes de la frontera, particularmente a Reynosa, el gobierno federal, les “regala” inversiones de tipo “productivo”, para que sean más eficientes, para que produzcan más riqueza, para que faciliten las industrias y negocios, cuyas ganancias o ventajas se disfrutan en otro lugar.

Ese es el esquema que explica las inversiones y las obras en la Aduana, en los ductos, en la criogénica, en la planta de fertilizantes y en la modernización de los distritos de riego 025 y 026, que recientemente anunció la presidenta Claudia Sheinbaum.

Considero que esos regalos que nos han anunciado (y no necesariamente entregado), equivalen a la plancha, la licuadora o muy espléndidamente la lavadora que se entrega a las madres y/o esposas en ocasión de su día, de su cumpleaños o de navidad.

El comparativo de la inversión en los distritos de riego con el sartén del diez de mayo, es completamente válida pues de ambos regalos el que los entrega piensa que será usado en su beneficio, más que en el disfrute de quien recibe el obsequio.

No es el caso del acueducto de Victoria y todas sus muy valiosas como costosas obras complementarias, que sí implican un beneficio directo a los victorenses… y solo a ellos.

O las inversiones para construir o remozar hospitales en la zona sur, que también darán servicio a la población de la región.

Así como las madres y esposas, aunque reciban con gusto los sartenes, la licuadora, la plancha y la lavadora, pero desearían una bolsa, unos aretes, un vestido nuevo o algo para su disfrute personal, así quisiéramos los reynosenses recibir de la federación y el estado, obras, inversiones y servicios para el uso y beneficio directo e inmediato de nuestras familias.

El parque de PEMEX, las presas para prevenir inundaciones, la universidad Rosario Castellanos, el servicio de tren de pasajeros, el nuevo hospital del ISSSTE, es la lista de regalos que se me ocurre, y que está muy alineado con las obras y programas que impulsa la presidenta Claudia Sheinbaum.

El título de la columna es por un capítulo (son varios) de los Simpson, en los que el muy ocurrente y ventajoso Homero, regala a su familia varios objetos que son de su gusto e interés, y que están destinados a su goce casi en forma exclusiva.

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