viernes, octubre 10, 2025

AVA A TRES AÑOS DE REVERTIR EL BASURERO

Opinión

 

Sin necesidad de dar conferencias a modo, desde el sur de Estados Unidos; sin paranoias persecutorias y tirarse al piso,  sin estar angustiado ni acorralado política y penalmente,  el gobernador Américo Villarreal Anaya, ha logrado ya, en tan solo la mitad de su sexenio, colocar a Tamaulipas, entre los tres  estados más prósperos y de  economía más fuerte del país,  en el primer cuarto de siglo XXI.

No lo  dice esta columna, lo asevera el INEGI. En materia de actividad industrial, el tercer incremento más significativo, es el tamaulipeco. Esto es producto de que Américo se aplica en su tema de gobernanza. No desperdicia el tiempo en grillas tenebrosas, como lo hacen algunos que ya todos conocemos.

En  buen español,  el hombre que actualmente tiene todos los hilos políticos, económicos y sociales de su estado, se dedica a gobernar, para todas y para todos los tamaulipecos.

Sin aspavientos, sin desgastadas narrativas de auto victimización. Pero sí con acciones y obras transparentes, como el acueducto II, en esta capital. Y muchas otras de gran trascendencia en el sur y centro de la entidad.

Alejado de grillas banales y de amarguras, AVA ejerce esa pasión que, desde el 2018, rivaliza con su vocación profesional de la medicina: la política humanista y transformadora.

Villarreal Anaya,  vive sin duda, su mejor momento como gobernador.

Sin necesidad de combatirlos, sus adversarios políticos  se encuentran acorralados por sus propios errores. La oposición panista, es meramente testimonial. Y Tamaulipas ha logrado colocarse en solo tres años, como la tercera potencia económica emergente, en el concierto de las entidades federativas.

Confirmadas las próximas inversiones por 20 mil millones de dólares. Y la creación de 19 mil empleos. Avanzadas las mega obras hídricas, carreteras, portuarias y de modernización agropecuaria.  A este y otros logros estatales se refería el doctor AVA, cuando en su tercer informe, le decía al pueblo tamaulipeco, que lo mejor está por venir.

Aquí, el concepto de la transformación , está muy lejos de ser figura retórica, erigida en 18 cruces internacionales;  puertos de altura en Altamira y Matamoros; el acueducto II,   la tecnificación de los distritos de riego, el ferrocarril Saltillo-Nuevo Laredo, el Puerto Seco en ciudad Victoria, y la carretera Mante-Ocampo-Tula, entre otros.

Llaman la atención los datos duros dados a conocer recientemente por la Secretaria de Economía Ninfa Cantú Deandar, confirmando que vienen para Tamaulipas 151 inversiones  de capital privado, por un monto de 20 mil millones de dólares, generadoras de 19 mil empleos.

Estas cifras, no solo reflejan el nuevo estatus tamaulipeco, como miembro del club de las grandes economías regionales del país: Nuevo León, Jalisco, Edomex y Querétaro entre otras. Sino que además, representan un testimonio irrefutable de la confianza depositada por las economías globales, al traer sus inversiones, a una tierra tamaulipeca que actualmente alcanza niveles muy aceptables de estabilidad y paz.

Lo más increíble de todo esto, es que apenas hasta septiembre de 2022, nuestro estado  registraba uno de los estancamientos  más deplorables y lastimosos de toda su historia.

Abandonado el campo, con índices de pobreza nunca antes vistos. Solo los ranchos particulares del sexenio panista eran los que registraban bonanza. Ciudades atrapadas por la violencia y por amplios cinturones  de marginación, convertidos en madrigueras de la descomposición  social.

Hoy, quienes nos dedicamos al análisis, sabemos que las cosas no son ni serán fáciles. Jamás lo han sido. Pero existen factores de unidad política y de gobernabilidad, indicadores suficientes para pensar que este gobierno estatal tamaulipeco, está cruzando su mediodía con muy buenas calificaciones.

Las obras, las acciones, los avances de lo logrado,  en este primer tercio, están a la vista de todos.

Habrá que darles puntual seguimiento.

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