
Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- “Porque solo muere quien es olvidado”, el Sindicato Industrial Autónomo de Maquiladoras de la República Mexicana, extendió su brazo protector hacia la alejada población de Ixhuatlán de Madero, en Veracruz, para honrar a uno de sus más recordados miembros, Juan Jardines Galicia (+), llevándole a sus paisanos centenares de víveres, entre ellos agua purificada, tras el infortunio por el que atravesó la comunidad luego de las inundaciones del pasado 10 de octubre y cuyos estragos aún prevalecen hasta nuestros días.
Alberto Lara Bazaldúa, secretario general del poderoso gremio, dispuso todo lo necesario para hacer el viaje de ayuda hacia la pequeña, pero pujante comunidad donde radican poco más de 50 mil habitantes.

EL JURAMENTO
Juan Jardines Galicia, hijo predilecto de Ixhuatán, quien es una víctima más de despreciables asesinos que desde hace años tienen asolada a la industria maquiladora de exportación, había solicitado muchas veces a su compadre el dirigente Alberto Lara, que pasara lo que pasara, nunca dejara de enviarle ayuda a su comunidad, a sus paisanos y a los numerosos familiares que aún viven allá, desde donde muchos se trasladan trabajar a Reynosa, buscando mejores condiciones para superar su pobreza, aunque algunos, por cosas del destino ya no regresan físicamente, como el caso de quien fuera uno de los más dinámicos funcionarios sindicales.
El 65 por ciento del pueblo subsiste gracias a la actividad agrícola, pero sus cultivos en su mayoría fueron también arrasados por el temporal.

BUENOS RECUERDOS
En vida del coordinador de la Secretaría de Deportes de SIAMARM, cada navidad, día del niño o Día de las madres, integraba una comisión que siempre encabezó Juan, para llevarles sencillos presentes a mujeres, niños y adultos mayores, que lo aguardaban ansiosamente, sabiendo que jamás llegaría con las manos vacías gracias a su gestión ante su cercano jefe.
Después de lo sucedido a Juanito, en abril del 2024, las ayudas han seguido llegando al alejado municipio colindante de otros ubicados al norte como Álamo, Tihuatlán, Poza Rica y Espinal, que también fueron afectados por las severas inundaciones.

PRIMER INTENTO
En el caso de SIAMARM, la ayuda que se envió desde un principio de la contingencia, buena parte iba destinada a Ixhuatlán, pero el cierre de carreteras por el desbordamiento de ríos y los derrumbes en zonas montañosas impidieron llegar hasta allá, por lo que se decidió entregar tres trailers con más de 50 toneladas de ayuda solo a las poblaciones vecinas llegando a duras penas solo hasta Álamo.
Los reportes de Ixhuatán siguieron llegando a Reynosa, pues 20 días después de las inundaciones los niveles ya habían descendido, pero ahora afloraba todos los problemas entre ellos la ausencia total de agua potable, cuyos sistemas de bombeo y distribución fueron arrancados de la tierra por la descomunal fuerza de las corrientes con el desborde del rio Vinazco.

GRATITUD DEL ALMA
Fue asi que se proyectó una nueva diligencia emergente que acudió hasta el mismísimo pueblo, donde una mujer anciana, llorando, exclamó: “sabía que vendrían, muchas gracias Juan”, levantando sus manos al cielo y dirigiéndose a las unidades donde había una foto que identificaba al ejemplar ciudadano en cuyo nombre se entregó la ayuda.
Quienes formaron la comisión, más de 30 compañeros sindicalizados que elaboraron la caravana, constataron que en varios hogares de Ixhuatlán, había fotografías de Juan Jardines, sobre todo en los altares de muertos donde se le honra por su contribución a su pueblo de origen, aun después de que ha dejado el plano terrenal.

MISIÓN CUMPLIDA
El alcalde de aquel risueño municipio Héctor “Toto” Aguirre, ha agradecido de manera constante el importante apoyo, una bendición que llega de lo más alto de parte de SIAMARM y del licenciado Alberto Lara, por intermediación directa del dilecto amigo Juan Jardines, mártir de la ambición de los infames terroristas.
Cabe mencionar que en ese municipio fueron seis las comunidades afectadas, mismas que quedaron incomunicadas hasta por varias semanas a raíz de que el puente Oxilapa fue arrasado con las lluvias que también dejaron muy deñada la infraestructura de poblados como Chicantepec, Zontecomatlán y Chumatlán.
