QUEMADOTA

Opinión
AL VUELO
Por Pegaso
Ahora que se sabe con certeza que el famosísimo cometa 3I Atlas es un cuerpo estelar y no una nave alienígena que viene a invadirnos, me imagino la quemadota que está sintiendo el pobre científico de la NASA Avi Loeb, el primero en mencionar el supuesto origen artificial, convirtiéndose en el “punto cero” de ese desatino que recorrió el mundo.
Y no es solo la quemada para el astrofísico, sino también para la NASA y para la multitud de defensores de tan disparatada teoría, como el buenazo de Jaime Maussán.
Avi Loeb se atrevió a decir que el 3I Atlas podría ser una nave espacial de origen extraterrestre por la órbita y las características tan extrañas que presenta, pero un verdadero científico y un verdadero periodista no creen, no suponen, sino que se basan en hechos comprobados.
A ver. Si una raza inteligente tiene la suficiente capacidad tecnológica para hacer viajes interestelares, ¿para qué necesitaría volar alrededor del Sol para llegar hasta La Tierra?
Qué, ¿no sería más fácil venirse directamente?
Hay que hacerle como Khaby Lame, un influencer que se ha hecho famoso en las redes sociales sin decir una sola palabra. Toma un video de una acción estúpida que realiza una persona, la reproduce haciendo lo mismo, pero de la manera más natural y sencilla, luego extiende las manos y pone cara de “¡así es como se hace, pendejo!”
Pues aquí debe entrar Khaby Lame para demostrar que es mucho más fácil, sencillo y natural que el cuerpo estelar llamado 3I Atlas sea un cometa y no una nave invasora alienígena que viene a chamuscarnos con sus rayos verdes y sus trípodes biomecánicos.
Todo esto vino a mi mente al leer un artículo de un astrónomo serio, de origen español llamado Ramón Naves.
Naves (¡qué ironía de apellido!) se ha encargado de desmentir y desmitificar toda la sarta de barbaridades que se han dicho en relación con este cometa, como que se trata de una nave nodriza con miles de enanitos verdes que vienen a invadirnos, que aterrizará en La Tierra, que se ha acercado al Sol para recargar sus baterías de litio, que se ha activado una Defensa Planetaria ante su llegada, que en las imágenes aparece alargado, con lucecitas y brillos metálicos, etcétera, etcétera.
Como siempre les digo a mis dos o tres lectores: No me lo crean a mí. Lean, busquen, indaguen, pero también piensen y no se dejen llevar por lo que dicen los demás, sobre todo en las redes sociales, donde el 99.9999999….% son mentiras.
El cometa 3I Atlas pasará muy lejos de La Tierra, a 1.8 Unidades Astronómicas. Una unidad astronómica es la distancia que separa La Tierra y El Sol, así que el punto más cercano con nosotros será de casi dos veces esa distancia, o sea, unos 280 millones de kilómetros.
Así que no hay nada de qué preocuparse. Bueno, sí. En la vida solo hay dos cosas de qué preocuparnos: Si estamos sanos o estamos enfermos.
Si estamos sanos, no hay problema, pero si estamos enfermos, solo hay dos cosas de qué preocuparse: Si mejoramos o empeoramos.
Si mejoramos, no hay problema, pero si empeoramos solo hay dos cosas de qué preocuparse: Si morimos o si vivimos.
Si vivimos, no hay problema, pero si morimos, solo hay dos cosas de qué preocuparse: Si nos vamos al cielo o nos vamos al infierno.
Si nos vamos al cielo, no hay problema, pero si nos vamos al infierno, ¡ahí estarán todos los cuates y ni tiempo nos va a dar de preocuparnos!
Así que, ¿para qué nos preocupamos? Viene el refrán estilo Pegaso: “¿Con qué objetivo realizas demasiadas piruetas, cuando la superficie está pulimentada?” (¿Para qué tanto brinco estando el suelo parejo?)
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