Por JC Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Nuevamente como hace 9 años, el mítico Santa Claus, no llegará a los hogares de la colonia Industrial, debido a que prácticamente no hay accesos para que sus trineos donde puedan bajar a dejar sus regalos a la niñez.
Y es que la marginación y abandono que prevalece en esta colonia que este año está cumpliendo 40 años de vida, han cesado con el progreso, dejándola sin la oportunidad de tener servicios tan indispensables como el agua o el drenaje.
Testimonios del desprecio que han sufrido desde que la familia Peña Ortiz asumió la presidencia municipal hace largos nueve años, los hay y muchos, basta dar una pequeña visita al lugar para conocer la difícil situación atraviesan las más de trescientas familias que viven en medio de ese gran foco de contaminación.
SE REBLANDECE EL SUELO
En la calle Venustiano Carranza que es el lateral norte del canal Anzaldúas, el principal problema radica en el colapso paulatino del drenaje, que se ha acentuado en los últimos años y que ahora propicia “caídos” que prácticamente han roto la transitabilidad de los vehículos.
Doña Lupita Moreno, radicada en el 196 de la mencionada via, es una de las más molestas e indignadas con esta situación, ya que una de las innumerables fugas del drenaje, le queda frente a su casa, donde vive con su pequeña familia, entre ellas dos nietas, una de las cuales tiene apenas un par de meses de nacida y es obligada a respirar la infame podredumbre de agua hedionda y que “victoriosamente” cae al Canal Anzaldúas de donde se surte la potabilizadora de agua del municipio vecino de Rio Bravo, y en ocasiones también las de Reynosa.
Mario Gallegos, oficial de un despacho jurídico y que habita en el 327 de la misma calle, menciona que a través de sus representantes de vecinos ya giraron en los últimos tres años decenas de oficios a la COMAPA Reynosa, donde seguramente el pusilánime gerente general Felipe de Jesús Chiw, solo los archiva o los tira, sin responder a las peticiones.
IMPUESTOS MAL APLICADOS
Citan ambas fuentes que, aunque la colonia es parte de un polígono irregular, todos pagan impuestos oportunamente, entre ellos del predial y sus tarifas de agua y electricidad, pero ni esa condición de contribuyentes les beneficia en nada a la hora de hacer reclamos a la dependencia operadora del servicio de drenaje, los que en la reciente facturación ya les fijaron un aumento a las tarifas por un servicio que no reciben.
Y si aquí las condiciones están difíciles, peor se encuentra la calle “Principal” de la misma colonia, donde un enorme rio de aguas negras cubre más de 300 metros de suelo negro, putrefacto, donde el pavimento asfaltico fue arrancado desde hace varios años por las nauseabundas corrientes.
Doña María Teresa Torres Rosales, dice que el problema se ha presentado reiteradamente desde hace 15 años, pero hasta hace unos 9 eran atendidos y los problemas cesaban durante 6 o 7 meses, después hacían otro reporte y asi sucesivamente se iba solucionado.
EMPLEADOS SIN SUPERVISIÓN
Ahora las cosas han cambiado y cuando hacen más de 10 reportes acuden trabajadores del vactor que solo van a tomarse la selfi, meten su manguera al conducto de drenaje y se retiran muy campantes, argumentando que van por algún material, como la sonda que se rompió o algún cableado que olvidaron, sin volverse a parar por ahí hasta meses después.
Esta desesperante situación originó que habitantes de la parte más alta, clausuraran sus drenajes abriendo para sus necesidades fisiológicas, infectas fosas sépticas que desembocan hacia la calle cercana al riel.
Ahí la podredumbre y pestilencia es peor que el propio problema, en tiempos de lluvia como ahora, esas descargas de materia fecal se dispersan por todo el sector, contaminando de modo tal que hasta algunas personas han perecido a consecuencia de las infecciones.
ACCIDENTES Y CONTAMINACIÓN
Doña María Dolores Reyes, que apenas tiene 6 años de vivir en esa inmunda barriada, y que por necesidad tiene que pasar todos los días por la calle “Principal”, tiene una fractura de cartílago a consecuencia de una caída entre el mugrero.
Ella trabaja en una tortillería del rumbo y debe pasar por ahí en las madrugadas y luego cuando regresa a su casa para llevar y traer a sus nietas de la escuela.
“Hoy pareciéramos estar en la gloria porque está fresco el ambiente, pero cuando es temporada de calor, los zancudos se multiplican y las infecciones de la piel abundan entre todos los vecinos”, comentario que fue secundada por el llantero Jesús Hernández “Don Cacho”, quien agregó cuan lamentable es la negligencia con la que las autoridades municipales ven sus problemas, preocupándose solo por tener en condiciones satisfactorias las colonias del centro y el área comercial o residencial.
PAGÓ 10 MIL Y NO TIENE AGUA
Por su parte la señora María del Pilar Amador, domiciliada en callejón 6 No. 108, se dijo víctima de una engañifa, pues como no tenía servicio de agua acudió a COMAPA donde fue obligada firmar un convenio para pagar un adeudo acumulado de 10 mil pesos en abonos, pero ¿qué creen?, no le han conectado el servicio y de esto ya pasaron 6 meses.
A partir de su último pago de los 10 mil, le empezó a llegar muy puntual la facturación y a pesar de no tener drenaje, ni mucho menos agua, ya le están cobrando cada bimestre 418 pesos fijos que sigue pagando, pero como se anota, sin recibir ni una sola gota de agua, misma que cuando llega a salir por la llave, es solo una mezcla apestosa y negruzca de lodo.
Eso es una infamia, lamenta.
NO ACABAN LAS AGUAS NEGRAS
Don Rolando Hernández Amador, que vive en el 198 de la Venustiano Carranza, dice que los problemas de los “caídos” han afectado la transitabilidad de la calle donde tiene un pequeño negocio de venta de ropa usada.
Baches, hoyancos y fugas de agua pútrida son una constante y todo pasa frente a su hogar para alcanzar después el canal Anzaldúas.
Otro de los drenajes colapsados se sitúa frente al hogar del licenciado Juan Cantú, que, para fortuna de sus vecinos, carga por voluntad con la labor de limpiar personalmente la alcantarilla donde majestuosamente emerge la suciedad, porque, aunque también ha ido el camión vactor, esta solo ha pasado con trabajadores que se toman la foto y barren el lugar, pero el problema sigue igual.
GRITOS EN EL DESIERTO
La mayor parte de los vecinos entrevistados dijeron a EL SINODAL DE TAMAULIPAS, que creen haber escogido un mal tiempo para hacer su denuncia porque el alcalde Carlos Peña seguramente ya se fue a cumplir la segunda parte de sus vacaciones de luna de miel, mientras el pueblo se queda a aguantar la ineptitud y torpeza de autoridades indolentes que duermen el sueño de los justos, pues lamentablemente casi todos viven en Estados Unidos.
Estamos moralmente derrotados, no encontramos ante quien acudir, el mismo gobernador del estado doctor Américo Villarreal Anaya, ha dicho que la subordinación no es una característica del gobierno inepto de Carlos Peña, pues la matriarca Maki Ortiz, su madre sigue, apareciéndose en la mayor parte de los eventos públicos del municipio, para lanzarle porras a su hijo y su pésima administración. aprovechándose para proyectar sus propias ambiciones políticas.
Estas gentes “no tienen llenadera”, asumieron varios de los vecinos de la Industrial, colonia que según la encuesta nacional es la más sucia, asquerosa, nauseabunda y abandonada del país, y eso sucede en “la ciudad industriosa y progresista” como fantasiosamente lo promociona el alcalde panzonete Carlos Peña Ortiz.
